Carácter marinero
El restaurante presenta dos zonas una con un precioso patio andaluz que es lo primero que se ocupa y otra zona de interior, de tipo marinero cómodo y clásico.
En cuanto a la carta es amplia con buenas variedades de presentación de atún, tomamos los boquerones rebozados, deliciosos abiertos y con un picadillo encima de los lomos y luego pasados por harina, luego probamos el mormo de atún a la plancha, muy bueno pero para mi gusto demasiado hecho, y un tataki de atún que estaba muy bueno pero por estética lo presentaría sin líquido, solo con un pequeño chorreoncito de la mezcla de salsa de soja.
La carta de vinos teniendo en cuenta la zona, es aceptable, buenos precios pero demasiadas referencias clásicas y poco vino blanco de calidad y espumoso. Las copas normales, no demasiado buenas y el servicio del vino pues bien conservado, temperatura adecuada y por lo demás bastante normal, tomamos un Hacienda Monasterio por 31€.
Es un lugar que me gusta sobre todo para ir a cenar al patio donde tiene su toque de magia.