En un reportaje que vi en la tele vi que este era el pionero en bajar sus precios y decidimos probarlo, el resultado es que si se nota en el precio.
No entro a describir el lugar por que ya lo hacen de buena manera abajo.
Tomamos Pintxos de tortilla, Ideazabal, jamon de pato y queso azul y cebolla confitada con bacalao y pimiento (todos correctos pero sin mayores alardes)
Pra beber una copa de Viña Esmeralda y tres cervezas alemanas.

P.D aque el vaso de cerveza cuesta 0.70 €.

El total de la factura fueron 9 €.

Lo que caracteriza la calidad de la gastronomía de una región, no es tanto la existencia de uno, dos , ó tres restaurantes excelentes de los que figuran en todas las guías gastronómicas y que están calificados por expertos críticos con múltiples estrellas y elevadas puntuaciones, como lo es la existencia de un “tejido gastronómico” muy amplio y de calidad, de tal forma que cualquiera que recorriendo sus calles en busca de lugar donde comer puede tener la completa seguridad de no equivocarse y entrar en cualquier restaurante en la confianza de salir satisfecho.

Esta circunstancia es particularmente notable tanto en San Sebastián como en las demás ciudades, villas y pueblos de las Vascongadas. Por tanto, siendo innumerables los lugares a destacar voy a citar esta Casa Vergara, restaurante clásico de la Parte Vieja de San Sebastián, situado al final de la calle Mayor, al lado de la preciosa iglesia de Santa María.

Se trata de un local no muy grande, con amplia barra surtida de variadas “banderillas” desde la clásica de tortilla hasta las más recientes creaciones premiadas en varios concursos de pinchos; un gran número de jamones (Jabugo de verdad) cuelgan del techo y con ellos preparan los clásicos bocadillos así como raciones de exquisito jamón perfectamente cortado.

La visita la realicé un lluvioso lunes de octubre, al mediodía y a pesar de la crisis, el local estaba con todas sus mesas al completo.La cocina es sencilla, pero de gran calidad tanto en la materia prima como en abundancia de las raciones.; los precios muy razonables y podría decirse, incluso que baratos a la vista de la situación inflacionaria que padecemos.

Así por ejemplo: el menú del día 10 €, constaba de: dos platos (elegir entre tres primeros y tres segundos) + postre + vino; nuestra la elección fue: lentejas de primero, y huevos fritos con chistrorra de segundo, arroz con leche de postre.

Mis acompañantes eligieron varios platos de la carta:

Revuelto de hongos, calamares fritos, tortilla de bacalao, chipirones en su tinta, y queso de Idiazabal de postre; vino de l Ribera del Duero, Torremilanos 2001 y cafés.