Un local abarrotado en barra y en terraza con mesas altas hasta el punto que como no te lleves tu la silla se hace difícil sentarte. Por contra hay un comedor con entrada aparte y en el primer piso se encuentra la sala, de tamaño pequeño para la demanda, con mesas bien ubicadas, buena separación, cómoda. Buen servicio en sala que, sorprendentemente, no estaba llena.

Carta de comidas con bastantes opciones. Cocina de restaurante clásico andaluz, presentaciones clásicas basadas en el producto. La carta de vinos es superclásica, sin opcion de tintos que no sean Riojas ni Riberas, e incluso los de estas regiones son bodegas superhabituales en restaurantes. 

Para beber agua Fonteforte con gas y Lanjarón sin gas; previas alguna cerveza de barril y un buen vermut Duque de Diana con su canela presente y amargos medios; de vino el Predicador 2014.

Cinco para comer. Empezamos compartiendo:

. un plato variado de asado de pimientos con cebolla, espárrago y maiz por cortesía de la casa

. jamón ibérico, lomo ibérico: muy bueno, buena ración, bien curado.

. gamba de Huelva: buen tamaño, perfecto punto de cocción y de sal

. pan correcto y aceites para elegir de Hacienda Guzmásn de manzanilla, de arbequina, ecológico... Todos destacables.

. almejas de carril de gran tamaño, bien de cocción con demasiados ajos que no empañan un buens abor y textura de las mismas

. ensalada con tamate, aguacate y lechugas con una salsa por encima que empeoraba lo que sería un aliño de buen aceite. Se quedó casi toda.

. fritura, buena en general, con boquerones (faltos de consistencia), calamares (muy buenos), salmonetes (más que bien); amplia ración. Un poco de mayonesa en tarrina aparte.

La intención inicial de añadir un plato final o postre, se nos quedó descartada. ¿Culpable? El almuerzo anterior.

Buenos cafés finales y algo de tertulia con la mirada puesta en el reloj y el horario del tren de regreso.

Un sitio para volver.

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De los varios que hay en la plaza y casi todos del mismo corte, hago referencia de este por sus buenas albóndigas de choco, y precios razonables. 12.-€ tapa de 6 albóndigas.

Buen jamón y caña de lomo.

Para tomarse una cervecita de pie en una de las mesas altas que tienen en la plaza, bastante agradable.

Las mesas siempre llenas, así que paciencia.