En nuestra visita a Chinchón, un pintoresco pueblo de Madrid, comimos en este restaurante. Se encuentra situado en el edificio con más historia de su Plaza Mayor, una singular plaza con muchísimo encanto, ocupando una antigua fonda.
Nuestra intención era comer en uno de los dos balcones, los cuales ofrecen unas vistas preciosas a la Plaza, y así lo habíamos reservado. Sin embargo, al llegar, nos asomamos y nos pareció que hacía demasiado calor, por lo que decidimos comer dentro, en el comedor de la Orosía con vistas, también, a la misma Plaza, a lo cual no nos pusieron ninguna pega.
Música tranquila, ambiente muy relajado, servicio muy atento (incluso dándonos a probar varios vinos de la zona para ayudarnos a decidir) y comida muy acertada.
Para empezar, comimos Pulpo a la brasa, ración muy generosa y muy bien cocinado. Nos gustó mucho.
Y, como platos fuertes, Cordero lechal asado (nada que envidiar a otros comidos como los mejores) y Solomillo relleno de foie con salsa de trufa (muy bien recomendado en todas las páginas consultadas. Punto de la carne muy correcto y acompañamiento muy acertado).
Para acabar, invitación de chupitos de anís con limonchelo (acompañando unas pastas) y agradable y amena conversación con el dueño.
Así, lo comido más pan (4 euros), 1 botella de vino El Regajal (23 euros), 1 cerveza (2,5 euros) y 1 café, hicieron un total de 95 euros.
Muy recomendable, tanto el pueblo, como el restaurante.
chupitos de anís con limonchelo
Solomillo relleno de foie con salsa de trufa
Cordero lechal asado
Pulpo a la brasa
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.