Comida en la galera

Fuimos a comer gambas rojas. Esa era la idea y el resultado fue excepcional.
Tomamos de entrante boquerones fritos, buenos y unas gambas rojas de segundo a hartar.
La calidad del producto fue impresionante, supieron no estropearla y el resultado fue de satisfaccion plena.
Tienen una seleccion de vinos muy corta, pero se sobrevive.
No hay carta, te ofrecen el producto del mercado del dia.
El local es curioso en su distribucion por ser una casa de planta de pocos metros pero agradable.
Recomendable si se quiere degustar una calidad 100%.
Volveria sin dudarlo.
El precio muy razonable considerando el coste del producto en mercado.