Buscando ser distinguido y quedándose en el intento.

Este restaurante apuesta por la distinción cuidando la decoración, iluminación y algunos detalles como música tranquila ambiental acorde con el lugar. Sin embargo se quedan a mitad de camino en otros detalles.
Se echa en falta la mantelería en las mesas, en lugar de ello tienen como unos manteles individuales de plástico donde más que darle distinción, se la quitan.
Las servilletas de papel desmerecen en este local.
Uno de los platos estaba astillado.
A mi gusto un local demasiado cerrado con escasa luz natural, separación escasa entre mesas.
Sin queja en el servicio.

Entrante de gazpacho: a mi gusto demasiado ácido el sabor.
Escalibada con queso de cabra gratinado: buena combinación, excelente.
Arroz con pato y setas: dejó mucho que desear, el arroz no estaba en su punto, el pato salió corriendo apenas se dejó ver.
Postre: no tienes opción a elegir, sin decir nada te lo ponen en la mesa. Mini trocito de tarta, estaba rico pero demasiado escaso.
Sirven pan recién calentito, un detalle.

11,50 euros + bebida.

Desde mi opinión, la cocina necesita cuidar más la elaboración y el local mejorar algunos detalles.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    G-M.

    Antes lo hacían mejor.
    El local, para gustos.
    Saludos

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