Fuimos por probar y la verdad es que salimos encantados. La comida riquísima y la materia prima muy fresca. Muy original.
Este local ha evolucionado espectacularmente en lo que a la comida se refiere, una propuesta innovadora de calidad y con una RCP excepcional,el servicio es muy amable el espacio muy sencillo y la carta de vinos deberia mejorar para acercarse al nivel de los platos.
muy recomendable tanto la carta como el menu mediodia (14 €)
el cocinero seguro que dara que hablar en el futuro.
Hacia dos años de nuestra primera visita, el restaurante acababa de abrir, liderado por un chef local con mucha proyección, nuestra experiencia en aquella ocasión fue un poco decepcionante, interesantes propuestas, pero floja ejecución, similares guarniciones para diferentes platos, entusiasmo en el servicio pero descoordinación y poca experiencia.
Bueno, pués dos años después volvimos y de paso comprobamos su evolución. El restaurante mas o menos sigue manteniendo la misma decoración, que yo recuerde, blancos y negros (contrast-e), le falta un poco de calidez, pero eso va a gustos.
La recepción ya nos despertó buenas sensaciones, muy amable y comprometida, después el servicio estuvo a la altura, en sala dos chicas jóvenes, cuando el restaurante se llenó, hay que reconocer que iban de culo, pero no afectó al servicio, siempre amable, atento, preguntando, explicando los platos, sin agobiar, nada de malas caras a pesar del tremendo trabajo que tenían que gestionar esa noche, siempre sonriendo y atendiendo nuestras peticiones, así que en este primer aspecto, la evolución si que ha sido evidente respecto a hace dos años.
Al leer la carta, si me pareció que era bastante diferente a nuestra primera visita, siguen con una buena lista de primeros muy sugerentes, para empezar unos raviolis crujientes de pulpo con crema de patata, una interesante interpretación del pulpo a la gallega, tres bolas de pasta brick rellenas de pulpo troceado, sobre una crema de patata y espolvoreado con pimentón, el pulpo en su punto y tierno, toda la combinación muy buena, nos gusto este primero.
Para los segundos siguen ofreciendo arroces, carnes y pescados, pedimos un Solomillo Contrast, mi mujer no quiso salsa y pidió si lo podían acompañar de unas verduras, ningún problema, así fue y el plato tenia muy buena pinta, yo puedo comentar el mío, el solomillo Contrast es un solomillo con salsa de ceps y unas patatas caramelizadas, buena materia prima, tierno, sin nervios, muy bueno, las patatas me gustaron mucho también.
Bueno, pues en este aspecto, bajo nuestro punto de vista, también hay una evolución mas que notable, esta vez disfrutamos, la anterior solamente comimos.
En la carta de vinos predominan las D.O. catalanas y nada de marcas comerciales, o al menos no hay ninguna de las típicas, la mayoría no las conocía, pedimos un Cap de Ruc (16€), nos dejamos aconsejar, bastante afrutado, aguanto sin problemas la cena con cuerpo y post gusto medio. Servido en buenas copas (con marcas de agua, podrían pasar un trapo antes de dejarlas en la mesa), bien de temperatura y ya está-
No pedimos postres.
Me gustó comprobar una evolución tan notable (siempre en nuestra humilde opinión) porque siguen desplegando unas ganas y entusiasmo muy evidentes y así seguro que llegan los resultados.
Hemos visitado este restaurante un día entre semana para probar su menú.
Al ser jueves sabíamos que servían paella y así ha sido. El local en el centro de Sabadell está bien localizado y hemos hecho bien de reservar mesa pues mientras estábamos allí varias personas han tenido que irse al no haber mesas disponibles. Aconsejo pues reservar mesa o llegar pronto sobre las 13 horas.
Nada más llegar te preguntan si quieres el menú o prefieres la carta. Al optar por el menú nos han explicado que constaba de una ensalada variada con judías blancas y trozos de pollo salteados y de segundo paella de marisco. La ensalada nos ha gustado a todos al igual de la paella. Creo que la paella sin ser nada de otro mundo es de las mejores que se sirven en la zona dentro de los menús.
Para beber hemos pedido vino blanco, siendo este un Corona de Aragón de la DO Cariñena. El vino para entrar en un menú estaba bastante bién y servido con cubitera. Hemos pedido dos botellas cobrándonos la segunda por 3,5 Euros.
El precio del menú es de 14 Euros más IVA e incluye bebida y pan. Si se dispone de poco tiempo para comer quizàs no sea la mejor opción ya que la preparación de la paella les lleva su tiempo y hace que se alargue un poco el servicio, aunque lo compensan con sus buenas formas y trato.
Fuimos con muchas ganas para ver que nos ofrecía Jordi, dueño y jefe de cocina. Menú sorpresa decepcionante donde se repetían una y otra vez los ingredientes, platos muy flojos donde no se salvó nada. Menos salidas al comedor y más estar en el sitio donde debe. Las esperas fueron interminables entre platos. Servicio joven con ganas pero muy inexperto.
Eso, Jordi, hay que espavilar porque he comido a mucho mayor nivel tu cocina
Abierto hace solo unos meses, en la zona centro, pero en una calle no muy transitada. Habia leido buenas cosas de este restaurante y fuimos a probar. El dueño Jordi Gabalda, joven chef local del que he leido ya ha obtenido algun reconocimiento.
El "contrast" proviene de su decoracion, moderna blancos y negros, un proyector va proyectando fotos de los platos en una pared.
Nada mas empezar, el propio Jordi te relata el pescado del dia y lo hace enseñandote fisicamente el propio pescado en una bandeja, impactante y divertido.
Se define como cocina catalana con toques de autor, las presentaciones son muy elaboradas y atractivas en vajilla moderna.
La carta de primeros es muy sugerente y amplia dudas entre que elegir, nosotros nos decidimos por: carpaccio de arroz negro con gambas y sepia y una ensalada tibia de foie con virutas de magret de pato. Expectantes ante semejante propuesta, nos desinflamos al probar los platos, el carpaccio acabo siendo una ensalada de hojas varias, sepia y carpaccio de una gamba, el arroz negro insipido y pegado, vaya, una decepcion.
Vamos al segundo, carnes pescados y arroces en la carta, optamos por un cabrito al foie con salsa de trompetas de la muerte. Lo mejor las trompetas el plato en general correcto en nuestra opinion sin sorprender.
El servcio muy amable, con ganas de agradar, se nota, siempre sonriendo y preocupandose de que todo salga bien, quiza falta un poco de coordinacion que se ve en los detalles, por ejemplo nos trajeron el primero cuando aun estabamos con el aperitivo (cordero con aire de ajo y perejil y cuscus).
Respecto al vino, carta muy limitada apenas 11 referencas de tintos la mayoria D.O catalanas, copas correctas, descorche y poco mas, el vino Dinastia Vivanco 2005 (13€) servido un pelin subido de temperatura.
En definitiva una propuesta muy interesante, pero que quizas en nuesra opinion le falta mejorar la ejecucion y mas rodaje para ponerse a la altura de los que marcan la pauta en la plaza.
La verdad me sabe mal no escribir un comentario mas positivo despues de ver tanto entusiasmo, pero esta fue nuestra experiencia.... si no decaen llegaran seguro.