Local muy agradable y bien acondicionado (en estas fechas mas que importante), y suficiente distancia en las mesas. Buen servicio, contrariamente a lo dicho en el anterior comentario, con degustacion del vino tras descorche. Pedimos Terras de Cua, crianza 2002, del Bierzo, al que el paso de los años le ha venido muy bien. Para comer destacamos el canelon de setas y alcachofas sobre lecho de crema de tomate y hueva de atun. Ademas, resultan bastante aceptables las anchoas de La Escala con gorgozola, los sepionets a la plancha y la chuleta de ternera, un poco pasada para la coccion solicitada. Total 50 euros persona con copa de cortesia tras los cafes.

Local de decoración moderna, con muchos materiales nobles y plantas, lo que le da un ambiente muy acogedor. Bonito resultado. Comedor en dos plantas. Mesas bastante juntas, pero se consigue independencia, excesiva sonoridad, local casi siempre lleno. Pan y aperitivo (2,50€) acompañado de una copa de fino (3€). Carta destacable de entrantes, arroces y pescados, aunque su fuerte es la carne. Optamos al centro por un plato de pulpo seco (13,25€) muy bueno. De plato principal chateaubriand (21,50€), correcta la ración y excelente de sabor y de textura. Pedimos para acompañar un Cesar Principe 2002 que devolvimos por tener defecto, no se ofreció prueba. No pusieron ninguna pega. Decidimos cambiar por El Sequé 2004 (32,50€), en este caso si que hubo prueba, y aquí finalizó el servicio del vino. Carta de vinos con predominio de Rioja y Ribera, precios muy elevados. Copas Schott. Servicio muy amable.