Calidad precio increible

Bueno ayer era un día que quería pasar con mi pareja y que mejor lugar. Unas vistas maravillosas con el mar de fondo y la puesta de sol un espectáculo, además a estas horas de la tarde no suele haber demasiada clientela cosa que agradecimos. Nos recibió Belén la encargada de llevar este restaurante tan bien emplazado. De aperitivo un poco de queso fresco de la tierra naturalmente, como entrantes unas papas arrugadas, langostinos al ajillo y unos chipirones salteados. Todo esto acompañado por las salsas típicas, almogrote riquísimo, mojo rojo de los mejores que he probado nunca, mojo verde que apenas tocamos y no es que no esté bueno pero con el rojo insuperable, Alioli y una cesta de panes blancos, integrales y bizcochado. De segundo me anime a probar el arroz negro con choco y trocitos de langostinos, Fantástico plato que compartimos ya que la ración es copiosa. Para beber agua refresco y un par de copas del Grifo blanco seco 2010, no es el favorito de mi cónyuge pero no lo parecía. No tomamos postre sencillamente porque no quedaba donde meterlos, café y licores de mora cortesía de la casa. El trato de Belén creo que no se puede superar es de una amabilidad que es muy difícil encontrar hoy en día en este sufrido mundo tan exigente como el de la hostelería. Sinceramente creo que esta zona del Golfo ha ganado mucho con la reapertura de este restaurante, de lo mejorcito que hay en la isla sin dudas.