Restaurante clásico en Cádiz. Mesas demasiado juntas. Nos sentaron en un

Restaurante clásico en Cádiz. Mesas demasiado juntas. Nos sentaron en un salón con las típicas fotos firmadas por famosillos. Demasiado bullicio para lo que esperábamos. Servicio profesional y atento por la que nos tomó nota (la responsable del local). Unas patatas aliñadas de aperitivo. Sin detalles en la sobremesa.
Cena pata tres. Entrantes: Tortillitas de camarones (muy buenas); tosta de boquerones y anchoas sobre alboronía(buena); albondiguillas de marisco al jerez fino sobre salsa de berberechos (buenas).
Segundos: Pimientos de piquillo gratinados y rellenos de marisco (muy buenos); solomillo de ternera (ellos dicen que de buey, aceptable); lubina a la espalda (impresionante, perfecta!!!).
Dado que las raciones son muy generosas, solo pedimos un postre a compartir: Unos higos al brandy de jerez que no nos entusiamaron (demasiado blandos).
Carta de vinos bastante extensa y actualizada, incluido vinos tintos, con precios x2.5. Pedimos Enate Chardonnay 2-3-4 2006. Servido correctamente y en cubitera. Estuvieron atentos al rellenar copas.
Precio total: 162,03€ (inc. IVA)