Vuelta al mejor restaurante del barrio (LAS TABLAS), para disfrutar de una extraordinaria cocina francesa, confirmamos las mismas impresiones de la anterior visita.
Compruebo que la valoración anterior por el servicio del vino tal vez sea excesiva (10), es cierto que los vinos son solo de origen francés y los conocimientos de Sébastien son perfectos para adecuarlos a cada una de las necesidades, en cualquier caso, gracias a la buena tónica general del restaurante lo mantengo.
Como aperitivos: “gazpacho de remolacha” (muy bueno) y “tostada de pate oca“. Correctos. La mantequilla como en la anterior visita extraordinaria. Muy buen servicio de pan (de calidad).
Para compartir un “tartar de trucha, aguacate, jengibre, guindillas y tomate”, la trucha reposaba sobre una muy suave crema de aguacate, estando todo el conjunto algo picante (no excesivo), en líneas generales muy bien elaborado y aderezado. De cantidad muy bien.
Como principales, un plato típico de pescadores del sur de Francia (Provenza) “bouillabaisse con rouille“, una sopa de pescado con pan tostado para untar en rouille (crema de mejillones). La bouillabaisse es potentísimo caldo “pelado” a base de pescado (con cocción de 20 horas) acompañado de lubina y cigalas (perfectamente cocinadas). Elaboración muy buena y sabrosa (yo habría servido el caldo más caliente por poner algún pero).
Y un muy recomendable “solomillo de ciervo”, con guarnición de “verduras de temporada a la plancha”. Soberbia elaboración (perfecto de punto) para una muy sabrosa carne. Fantástico.
Cerveza Kronenbourg de barril, agua de calidad y copa de vino Chateau Lafont Fourcat (D.O. Burdeos), un vino tinto que sorprendentemente no tiene barrica (75% merlot, 20% Cabernet Sauvignon y 5% de Malbec). Muy bueno (por supuesto a temperatura francesa) y servido en un servicio de copas extraordinario, dignas de ver.