Los comentarios anteriores son ya un poco viejos y la verdad es que al parecer la cosa ha mejorado un poco.
Noche mágica, San Juan.
Empezamos con una ensalada de la casa, completa, con espárragos, antxoas, huevo cocido, aceitunas, lechuga, cebolla y un bonito rico de ganas. Una señora ensalada con un punto de vinagre que a mi personalmente me encanta.
De segundo pedimos un rodaballo salvaje que la verdad sea dicha para ser salvaje con nosotros se ha portado civilizadamente.
Un señor rodaballo, a la plancha, rico, muy rico, del que damos buena cuenta, sobre todo mi chica que sabe disfrutar de él.
Un punto exquisito, sin historias raras, en su propio jugo.
Tengo que hacerme con un móvil moderno para sacar fotografías pues merecía la pena cuando nos lo han "presentado".
No hemos comido postre, estábamos servidos.
Para beber hemos pedido un verdejo Sendero, pues los he bebido más ricos pero no hemos dejado ni una gota.
El lugar el precioso, junto a los barcos del puerto deportivo, la noche encantadora y todo ello por 90 euros con café incluido.
Creo que es un sitio al que se puede volver.