Algo mais

A diferencia de otros restaurantes gallegos, donde sólo apuestan por la calidad de las materias primas, la cocina de este restaurante es elaborada. Aquí no te vas a poner morado de marisco, ni vas a comer raciones exageradas.

Me encantaron la terrina de foie gras y queso de arzúa, los mejillones en tempura, el pulpo, prensado con setas, la crema fria de puerros con tartar de atún.

En la carta eligen dos primeros platos y un segundo. Como la oferta es reducida, entre cuatro se prueba prácticamente toda la carta.

Curiosa bodega. Debes levantarte entrar en la bodega climatizada y elegir vino. Buena selección de blancos gallegos (albariños y godellos) y de tintos (ribeira sacra) y de tintos de otros denominaciones, tienen hasta priorat, cosa rara en estas latitudes. El defecto es que el espacio de la bodega no es muy grande y puedes coincidir con otros clientes. Tampoco creo que sea una buena idea que entren y salgan los clientes como Pedro por su casa.

Por cierto es uno de los pocos sitios donde he visto El Pecado 2005 y el Ulteria de Valtuille 2005 (un Ribeira Sacra, el primero y un Bierzo, el segundo, ambos del enólogo berciano Raul Perez).

El servicio y la atención son algo fríos pero en conjunto me ha encantado la propuesta de este restaurante

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