No es porqué mi tio fuera oriundo de Borleña, o quizas si, pero nos gusta mucho comer allí. Pedimos pastel de cabracho, y ensalada con foie. Carne a la plancha y lubina al horno. Sólo teneis que mirar la foto, estaba riquisimo, con el vino nos costó un poco más que al compañero, pero mereció la pena.

Pequeño local, de decoración sencilla y rústica situado en Borleña, junto al río Pas, en uno de los parajes más bonitos de Cantabria. Mesas quizá algo juntas.

Cocina casera bien resuelta, sabrosa, con buenos puntos de cocción, correctamente presentada y en abundantes raciones. Mejor las carnes que los pescados y brillantes en especial los guisos de carnes. Buenos postres caseros.

Carta de vinos escueta y comercial, algún cava catalán y blanco gallego y tintos de la Rioja y Ribera del Duero. Sin sorpresas. Tintos servidos a temperatura ambiente (menos mal que en esa zona las temperaturas son suaves). Copas correctas, aunque hay que pedirlas. Precios digamos “comerciales”, doble que en tienda. Servicio de mesas amable y voluntarioso.

Un buen restaurante, sin más. Precioso entorno, interesante cocina casera y pocos vinos. Aunque está premiado como “Bib Gourmand” en la guía Michelín, creo que hay mejores opciones a lo largo y ancho de la imprescindible comarca pasiega. Precio medio 30 euros sin vino.