Tal y como su nombre indica , el restaurante se situa en una antigua alquería con decoración rustica. Posee una terraza exterior que , en las noches de verano debe de ser muy agradable. Mesas amplias, con sepración amplia entre ellas. Manteleria, cuberteria, vajilla y cristaleria de nivel aceptable.
Como entrantes :
.- Calamar de playa. tamaño más bien pequeño y con poco sabor. Tal vez estaba demasiado hecho.
.- Clochinas : Buena salsa con sabor medio. Correctas.
.- Una especie de trotas de camarones , la cual no puedo decir el nombre ya que no los he pedido yo. No estaban aceitosas para nada y el sabor era correcto. Para mi el mejor entrante sin que fuera deslumbrante
Son los entrantes los que bajan la nota media de la comida
Como plato principal arroz de pato : Soberbio en sabor. Adecuado punto de cocción del grano, lo cual, emho, es fundamental. Raciones abunates de pato , usan cardo y nabo para desgrasar el plato ya que, sin estas verduras, posiblemente sería demasiado grasoso. Sin ningun genero de dudas, el mejor de todos los platos. Muy recomendable
Postre : Tiramisu: Buen sabor de mascarpone , pero he echado en falta más sabor de café.
Pan de buena calidad. Café mas flojo.
Gin Tonics muy normales.
Buen servicio de sala. Amable, diligente y rapido. Servicial y cercano sin ser nada empalagoso.
Carta de vinos muy clasica, demasiado clasica. Precios por 1,5 . En general , la sensación que da es que no es su guerra, y me parece que tampoco la de sus clientes. No obstante, hemos tomado Santa Rosa 2006 a temperatura correcta . El servicio se limita a descorchar y dar a probar.
Cuando sales , la experiencia la marca el arroz. Muy buen plato , en un ambiente rustico y acogedor. Me da la sensación de que no hay que pedir mas de lo que te da y, en determinadas cosas lo que te da esta bastante bien.
El precio es aproximado , para cuatro personas , con 4 cervezas , tres entrantes a compartir, tres raciones de arroz ( y todavia ha sobrado), 4 postres, 5 cafes y dos Gin Tonics, con dos botellas de vino