Me ha gustado esta experiencia. Y considero haber dado un paso en esta especie de "carrera gastronómica". Diría que incluso es el paso adecuado, pues hay más cercanía en estas dos culturas de lo que parece, o mejor dicho, me parecía.
El local tiene ese "sabor" marroquí. Está bien ambientado, tanto mobiliariamente como musicalmente. Cuenta con un par de reservados o rincones que en un grupo no muy numeroso han de dar la intimidad pretendida. La vajilla empleada forma también parte de todo este folklore.
Disponen de un menú, incluido fin de semana, que como vayas con otr@, tal y como fue el caso, y pidas diferente, acabas por montarte un particular degustación.
Empezamos compartiendo un pisto y un humus con su pan marroquí, seguimos con un tajín de albóndigas y un cuscús de ternera con verduras, y finalizamos con un rollito de chocolate y un dulce de almendra.
Más suave el pisto que el humus, el cual tenía una importante presencia de comino, aunque especiados ambos.
Las albóndigas, pequeñas y firmes, muy bien elaboradas. Suaves y sobradas de salsa de tomate, por otra parte.
El cuscús para mi de 10. Me resultó como un cocido al fin y al cabo, con mucho sabor, del que no va entrecomillado. Garrón de ternera, calabaza, calabacín, repollo, nabo... Servido con su caldo aparte, que hay que ver cómo lo absorve la sémola. Junto a estos platos nos sacaron un platito de Harissa que acabé empleando casi en exclusiva con las albóndigas. Salsa que pica pero que no muerde. Me apuntó el camarero y dueño a la par, que la hacían ellos.
Especial el rollito relleno de chocolate. Se fríe, quedando crujiente y con el sabor de los churros. Y pasable esa especie de mazapán con cobertura de chocolate.
Ahora, que lo que no podíamos pasar por alto era su té moruno. Servido con su correspondiente manera.
En cuanto a lo bebido, un par de copas de un tinto que tienen para este fin. Le pregunté sobre si era de su país y me comentó que sí, aunque cuando me enseñó la botella estaba embotellado en Pineda de Mar. Luego... no sé. El caso es que era un cabernet sauvignon pelín astringente pero que fue bien con lo comido. Las copas de esas pequeñas de batalla. Habría que comprobar si cuando pides alguna botella de su exigua carta de vinos, estos visiblemente marroquíes, las copas cambian.
Finalmente me fui con la sensación de haber pagado poco por dicha experiencia. Asi que... Shokran!
Postres marroquíes
Té moruno
Caldo para cuscús y harissa
Cuscús de ternera verduras
Tajín de albóndigas
Vajilla
Yo conté 4 o 5 referencias. Volveré, aunque distanciando. Es lo primero que pensé "Joder, si tuviera que comer a diario llevado por las circunstancias... "
Ñó! No he notado efecto alguno. Iré camino de un mueble?
Será una dosis baja.
Jo, que aguante con la harissa, yo todas las que he probado aquí en los restaurantes del Maghreb aquí en Francia te meten en orbita :-))
No tengo archivo como para comparar, Joan. Quizá fuera ésta más suave, aunque el picante me gusta. También te digo que ante el miedo me ponía una pizca en cada albóndiga.
Un abrazo
Hay ironías que parecen tan evidentes que no las pillo;-)
Vamos que lo de embotellado en Pineda de Mar como que no?
Si, si... Es por tu parte, que intuyo ironía pero como no sé lo que se cuece allí realmente, pues por si pudieras decirlo en serio. Qué es, la embotelladora oficial de tó quisqui?
Un saludo
Jajaja......en Pineda de Mar no han visto una embotelladora en su vida ;-)
Un saludo
Argggg... iba a mandarte la prueba y por la irrelevancia del vinacho la borré. Pero escucha, palabrita de gallo. Embotellado en o para, pero Pineda de Mar ahí estaba como una campeona.
Espera, que lo tengo. Menos mal que la traspasé al portátil junto a las demás fotos. Jeje...
Puff,estando la cadena serhs por medio me lo puedo creér todo.
Esta claro que no es embotellado en Pineda de Mar,viene de donde sea y embotellado
para la cadena arriba anunciada.
Cadena hotelera,servio de catering para todo lo que te pueda pasar por la cabeza etc.
Un saludo y buen trabajo ;-)
Cambian, cambian las copas (si las pides).
Oye, me mola ese aperturismo geo-gastro que comienzas a exhibir... ;-)
Es verdad lo del cuscús, le puedes echar todo lo que te sacan, con ese hondo y delgado cucharón de madera, que da igual, nunca es suficiente, lo chupa como si nada.
Abrazote
Joé! entre el Maresme y tú me estáis haciendo currar. El que nos atendío, a todas luces el dueño, es un hombre de mediana edad con bigote, marroquí por los cuatro costados. Nos dijo incluso su pueblo, Asilah.
Un abrazo.
Sí, ese sí, y además se llama Abdul.
Pero digo uno más joven, de trentaitantos
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.