Restaurante Guetaria en Zaragoza
Restaurante Guetaria
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
6.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Guetaria
OPINIONES
2

Con ocasión de la visita de un amigo a Zaragoza, y necesitando un sitio a medio camino entre su hotel y mi casa, se me ocurrió proponerle el restaurante comentado, advirtiéndole, no obstante, de lo que íbamos a comer, pues frecuento el sitio de forma habitual y me conozco el percal.

Ubicación y entorno: Muy céntrico, a 5 minutos de la plaza de Aragón. En cuanto al entorno, poca cosa a reseñar. Un pequeño espacio exterior, con algunas y sillas para los fumadores. Entrando ya, una amplia y cómoda barra, en la que se está sin apreturas. Al fondo se encuentra el restaurante propiamente dicho, con, en efecto, aires de Asador.

Mesas y sillas de madera recias. Correcta separación entre ellas. Correcta vajilla y cubertería y bastante justitos los vasos para el vino. Manteles y servilletas adecuadas. Muy limpio.

Servicio y servicio del vino: Como ya he comentado, el tema del coperío anda un tanto justo, siendo la carta de vinos aceptable y correcta para lo que se viene a comer. No en exceso amplia, pero con las principales referencias -básicas- tanto en Rioja, como en Ribera del Duero. Asimismo, cuneta con unos cuantos ejemplos del panorama vinícola aragonés. Precios correctos (x 1,5/2).

El servicio en sí mismo considerado es muy bueno. Muy agradables los camareros y el propietario. Cierto, soy un habitual, pero también veo el trato a terceros y doy fe de que es muy correcto, atento, pero sin colegueos innecesarios. Por supuesto, me dejan llevar mis vinos, siendo en esta ocasión el elegido un fantástico Excelso GR 1964.

Y pasamos a la comida: Como ya he comentado, íbamos a loa que íbamos, A tiro hecho. No obstante, antes de comentarlo señalar que cuenta con un menú (12 e.), una buena variedad de entrantes, y diversidad de pescados y carnes, cuya elaboración, en su conjunto, es algo básica, pero muy correcta.

Y digo que íbamos a tiro fijo, porque en este sitio hay tres cosas que hacen muy, pero que muy bien: 1) la morcilla, 2) la tortilla de bacalao y 3) el chuletón. Y, exceptuando la morcilla -que fue sustituido por una ensalada- a ello fuimos, dado que existe un menú especial que incluye lo ahora señalado por aproximadamente 30 e/pax.

La ensalada: sencilla, pero completa. Una ilustrada de toda la vida . Sin aliñar, para que lo hagas tu al gusto. Un tanto justo el aceite que te sacan para el aliño. Como casi siempre, lo más flojo el tomate. Correcta en su conjunto.

La tortilla de bacalao: excelente. La puedes pedir al gusto. Esto es, más o menos cuajada. Buen bacalao y excelente el punto de la cebolleta. Ojo, iba con uno de Bilbao -que de estos saben algo y más- y dijo que le encantó.

Y en cuanto al chuletón, pues género de primera y en abundancia. Jugosa, suave, bien infiltrada. Sinceramente, nos metimos una tripada de carne de las que hacen historia. Acompañada de unos buenos pimientos de piquillo y de una buena ración de patatas fritas. Te sacan una plancha para que te la hagas al gusto, que no hace falta cambiar, pues la plancha lleva incorporado un pequeño infiernillo por debajo que evita el constante -y, a veces, incómodo- cambios de piedras.

El menú incluía también postre -hacen buena la pantxineta y algún sorbete- y un plato de quesos. De lo primero pasamos y lo segundo, pues, hombre, como quedaba aquello del culín de vino -que salió bien limpio, el puñetero-, hicimos de tripas corazón y nos lo metimos entero (8 triángulos de 4 tipos de queso surtidos, curados y semicurados), siendo todos ellos aceptables.

El pan, rebanadas precortadas. Justito y un poco soso.

En definitiva, hay que ir a por esto. Y la verdad es que se disfruta. Si esto es lo que apetece, a por ello sin dudarlo. Mejor no te pueden tratar y es precio es muy correcto.

Situado muy céntrico y en una zona muy comercial, veterano en la ciudad. A la entrada gran zona de barra con oferta variada de tapas. Al fondo de la misma y tan sólo separado por un biombo está el comedor, de decoración clásica, mesas un poco cerca unas de otras y un tanto ruidoso. La oferta se basa en cocina vasco-navarra sobre todo, con productos de calidad, buena elaboración tradicional y raciones abundantes. Compartimos una ensalada y luego bacalao a la vizcaína, otro gratinado con mayonesa y costillas de cordero. Los postres siguen la línea continuísta de lo anterior. Pan sencillo. Tomé una copa de vino de la casa (un ¨Somontano), servido con sencillez, no puntuaré este apartado. El menaje correcto y el servicio competente. El comedor enseguida coge olor a cocina, lo que para mí es un fallo importante.
En Zaragoza tiene tradición y una clientela abundante, el día que yo fui se llenó. Era sábado y los festivos no tienen menú, cosa que advierten cuando pides mesa, así como te indican que puedes ordenar raciones, igual que en la barra. Estos dos detalles me parecen un acierto. Ibamos 3: compartiendo un primero (la ensalada), cada uno un segundo y dos postres, sin vino, 25€ por cabeza. No es caro pero tampoco barato.

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