Clasico en Castellar , viene de familia de restauradores de la zona,.Buen producto con buena tecnica tradiciona. Lo llevan padre e hijo en la cocina o ea son tradicionalees però con el punto de modernidad del hijo.La sala correctay acogedora , un poco clasica la decoración , buen servicio y buen ambiente...en difintiva un local para ir pero que no sorprende

Restaurante emblemático de Castellar del Vallés, que auna tradición y modernidad. Sala acogedora, con excelente nivel de vajilla, cuberteria y mantelería. Servicio de sala eficiente, rápido y atento. La cocina mezcla platos típicos como los canelones de ceps, filetes de lenguado a la crema de almendras y de más modernos como unos "calçots rebozados" con salsa romesco que se han de pedir de forma inexcusable!! Carta de vinos y cavas variadas con buena r/c/p. Postres de elaboración propia en la que destaca Tatin de manzana, Brownie de chocolate con helado de vainilla!!!
En resumen una muy buena opción, en un ambiente tranquilo que permite una agradable sobremesa.