El restaurante Brasileño de Madrid. Nos llevaron Rafa y Olga, nuestros

El restaurante Brasileño de Madrid. Nos llevaron Rafa y Olga, nuestros queridos amigos de la Capital, al principio pensábamos que sería la "factoría" de turno pero ¡sorpresa!, aun siendo un local inmenso con mesas alineadas unas al lado de otras en plan "bistró" allí a lo que vas es a comer y disfrutar con la compañía y , ese día, disfrutamos. La carta de vino es correcta con suficientes referencias, bien servido y con la temperatura "al dente". Pero lo espectacular son las viandas, tanto el "bufé" como las carnes. Los entrantes con un buen surtido entre ibéricos, "Japo", ahumados, carpaccios, frituras y ensaladas. El abanico de carnes es excepcional, ternera en diferentes cortes, cordero "ídem", cochinillo, chuletón, etc. Además salmón y emperador a la brasa. A los postres no llegamos así que no puedo opinar. Excelente relación calidad precio. Esperamos volver.