Hacía bastante tiempo que no pasaba por este restaurante, y aprovechando un aquí te pillo, aquí te mato, decidimos volver. Por la noche tiene dos turnos de cenas, aunque no hubo problema alguno a la hora de alargar la velada. Cuando llegamos, el local estaba prácticamente vacío, pero conforme pasó el tiempo se fue llenando, lo que por la profusión de mesas, dificulta en cierta medida la conversación.
La carta de vinos es justita, pero suficiente para salir del paso. Las copas cumplen su función. No hay servicio del vino propiamente dicho, aunque el que nosotros pedimos (Cuna de Reyes, Rioja) salió a temperatura adecuada.
En cuanto a la comida, pedimos para compartir una ensalada bastante variada (mezclum, bacon, queso, etc...) aunque con demasida profusión de queso en polvo, y un rotolo (enrollado) de pollo y bacon, bien.
De segundos, aunque la base de la carta son los enrrollados, carnes y pescados, optamos por un entrante como los fideos chinos con verduras y salsa de soja. Plato sencillo, sin complicaciones y resuelto adecuadamente. No tomamos postre, pero si café.
Los segundos se hicieron de esperar, pero la atención es puntual y amable. En definitiva, una local de ambiente joven, informal, con una cocina si grandes alardes pero bien resuelta. No puedo comentar el precio, ya que fui invitado.

Un restaurante muy asequible para los que quieran probar algo nuevo sin gastarse mucho dinero. La atencion muy buena. Hay que ir de vez en cuando, Si vas muchas veces aburre, como casi todo. Yo suelo ir 2-3 veces a año y suelen renovar algunos platos de la carta de vez en cuando. Abiente predominante juvenil. Hay que ser atrevido para pedir, sino no le sacas el verdadero jugo.

Restaurante con un toque moderno y con la cocina y presentacion bastante cuidada en relacion a los precios. He estado ya varias veces y nunca me ha decepcionado sabiendo a priori lo que se ofrece. Como platos que he probado, la ensalada fresca con vinagreta a la miel que junto con las tiras de bacon y queso es una buena combinacion, y la hamburguesa a la mostaza con guarnicion de tacos de patata frita y ensalada. De postre una mousse de chocolate muy bien presentada. El trato del vino es escaso. No obstante, un muy buen sitio para el dia a dia y disfrutar de una comida agradable y de calidad.

Aunque conocía el restaurante por la noche (poco, porque no me gusta lo de los turnos y creo que no hay que aceptarlo), como suelo comer por esa zona a la vista del menú nos hemos animado. Por 8.50€ (sin bebida ni café) una ensalada templada de pasta y de segundo una hamburguesa tumbada (muy buena, con patatas cortadas en cuadraditos, masa natural y una salsa de mostaza de dijon muy buena). Pedimos de vino un ribera del duero (Denévola), pero nos lo trajeron a la mesa incluso ya abierto, y las copas bastante gruesas e incómodas (algo a mejorar incluso para las noches, aunque al precio que va por mediodía tampoco puedes pedir mucho más). Local juvenil e interesante para algo que no sea muy íntimo y formal. Para cenar lo que recuerdo es que es un buen sitio para cenar en un plan informal con cosas interesantes. Buena ejecución de la cocina.

Buena opción en Valencia en una zona céntrica y donde te puedes tomar una copa después.
La cocina tiene propuestas muy interesantes intentando dar un toque creativa con mezcla de sabores, a precios asequibles
Las opciones de vino son escasas, pero lo poco que tienen está a buen precio y es de buena calidad.
Puedes pedir unas ensaladas buenísimas de bacon y miel para empezar, como los enrrollados,especial mención del queso de cabra con mermelada que esta buenísimo.
Luego plato principal como el atún.
En resumen, agradable, público joven y precio asequible.