Una muy buena opción en los alrededores de Valencia

Un restaurante sin pretensiones en el que se puede comer muy bien y a buen precio.
Raciones generosas, esmerada presentación y buen trabajo en cocina, que cuenta
temporalmente con el saber hacer del ex-cocinero del Rias Gallegas.
De entrantes tellinas y pulpo a la gallega, a los que precedió cortesía de la casa
un salpicón con pimientos, gambas, pulpo y sepia.
A continuación pedimos dorada, en perfecto punto de cocción y presentada con esparragos trigueros, tomate con romero al horno, jugosa, muy buena. Comprada pocas horas antes en Mercavalencia (pregunté al propietario al respecto).
Todo ello regado con un albariño, servido a correcta temperatura y copas. En la carta de vinos alguna sorpresa, más que correcta
si tenemos en cuenta que hablamos de un local de no más de diez mesas, dispuestas de forma que queda una buena separación entre las mismas. Postres Panna Cota de chocolate. Cafés y un digestivo.
Precio para dos personas 55€. Entre semana trabajan también con menú.
Cuando tenga ocasión volveré.