La de veces que vamos por la zona y siempre se nos olvida visitar este restaurante por lo que, tras una ingesta masiva de rabos de pasas, aprovechamos que quedamos con una pareja amiga en el Puerto de Sagunto para ver su oferta.
Ubicados en la terraza del local. Bastante acondicionada y resultona, toda de madera, patrocinada por Warsteiner no pudiendo opinar con criterio sobre el interior del local. No obstante, por lo que pude otear en una fugaz entrada, su ambiente no desmerece en absoluto.
Pues ahí, en una esquinita y con buena brisa marinera disfrutamos de los siguientes platos compartidos al centro:
Escalivada con Mojama, Tronco de Atún, Boquerones y Piparras. Básica a pesar de la cantidad de componentes, cuyo número desplazaba en protagonismo a la escalivada destacando entre ellos el escabechado del atún. Acople.
Crep de Morcilla de Cebolla con Verduritas. Envoltorio fino que albergaba una mezcla infalible con sabor alto del embutido. Conjunto.
Berenjena Crujiente con Tres Quesos y Jamón ibérico. Especie de emparedado con las láminas de berenjena rebozadas en una especie de tempura gruesa y que servían de sustento del queso que se presenta en varias texturas. Además, coronado con un pimientito que le daba vistosidad. Insignia.
Brandada de Bacalao Gratinada. Textura suave y repleta de sabor con el toque de horno justo que la hacía aún más atractiva. Coqueta.
Roulette de Espinacas con Setas. No me llegó. Puede que mi opinión esté sesgada por el percance que tuvieron al olvidar en uno de los rulos el papel film utilizado. Se comentó a la camarera retirándolo de inmediato y reponiendo el plato con posterioridad. Falto de sabor incluso en la salsa que cubría cada canuto. Ojeriza.
Escalope de Foie en Hojaldre Caliente. Bien manejado este plato en el que si el hojaldre llega a mantener un punto su crujiente original hubiera sido digno de recordar. Una salsita de higos al brandy remataba el conjunto. Deleite.
En la parte dulce probamos el ya perfectamente descrito con anterioridad Tú Me Canelas con unos ingredientes muy bien ligados, el Crep de Turrón con Chocolate Caliente que era un acierto seguro y un rico Tiramisú bien cargadito de mascarpone.
Para beber cayeron tres jarritas de litro de cerveza, supongo que de la patrocinadora de la terraza donde nos hallábamos y que nunca termina por convencerme.
Un acierto la elección del sitio que consiguió agradar a todos colmando nuestras aspiraciones de una comida ligera en ese entorno playero. Tapas con un punto de clase en su ejecución y buen resultado final. Tendremos que volver a probar sus arroces de los que tan bien hablan.