Local sencillo, más bar que restaurante. Patio interior al fondo del local, cubierto y demasiado ruidoso, donde hay 10 ó 12 mesas. En la parte delantera hay mesas altas con taburetes, no es tan incómodo como lo describo.

Las tres veces quie lo he visitado me he decanté por una degustación de 6 "platillos". Siempre han sido distintos y la última vez -quizá porque ya me tenían visto- ha sido la mejor.

En esta última visita, probé un buen trinxat y un sabroso revuelto de butifarra negra.

Para el tipo de local que es, tiene una muy buena carta de vinos y, sobre todo, bien conservados.

No se vosotros, pero estoy cansado de ir a restaurantes gourmet con precios excesivos con platos mediocres y cartas de vino desproporcionadas, que lo único que buscan es el reconocimiento de ciertos círculos, sacrificanto la cultura del vino y de la buena comida.
Epicur es para mi un descubrimiento, un restaurante honesto, llevado por verdaderos sibaritas, que aprecian ante todo una velada placentera y como su propio nombre indica, epicúrea.
Y es que la filosofia es simple, buena comida, una carta con más de 200 vinos recomemdados por el enólogo de la casa y un ambiente acogedor y desenfadado. Cada plato tiene un magnífico vino recomendado, de amplia variedad, nacional e internacional, y con precios para todos los bolsillos, lo que te da la opción de tomar una copa con cada plato.
En el corazón de la eixample, un restaurante que no deja indiferente.
Además para gustos refinados, mensualmente se organizan catas de vino de diferentes bodegas y denominaciones, en la que se incluyen 5 vinos y una cena exquisita.