Pequeños cambios a peor

Debido al cambio en la Dirección del hotel donde se ubica, he notado algunos pequeños cambios: el aceite de Priego ha sido sustituido por aceite de oliva "sin marca"; la carta de vinos ha menguado considerablemente (hasta el punto de que no tenían un blanco de la zona, el único de la carta), siendo la mayoría de los vinos de los que se encuentran en cualquier supermercado; la ración de jamón ha menguado (daba para 6 "montaditos" y ahora da justo para 5). Han cambiado al cocinero y a casi todo el personal de sala, incluido el maitre, que ahora es Pepe, de los pocos que estaban en nuestra anterior visita.

La carta no ha cambiado en absoluto (sigh!), aunque aceptan sugerencias (nos prepararon una tortilla de patatas realmente buena). Bien es cierto que la inmensa mayoría de comensales se decantan por el menú incluido en la media pensión. Se nota la crisis.

Con la experiencia de nuestra anterior visita (y con la amenaza de mi médico), este año hemos afinado más con las cantidades, lo que ha repercutido en el precio. También ha influido el hecho de que el vino me lo he llevado yo ;-) Es curioso. Nos ha salido más barato que el menú, incluso incluyendo el copazo que me tomaba cada noche, ya que nuestras cenas han sido bastante frugales.