Cuando se cree en lo que se hace

Nueva visita a este buen restaurante.

Acudimos sin reserva previa, sobre las 15.30 del viernes 4 de Mayo.

Local comentado numerosamente.

A pesar de la buena distribución de mesas puede ser en exceso ruidoso cuando la concurrencia es numerosa.

Cuando nos acomodaron, pedimos una botella de agua ( posiblente nos daría sed ver la abundante lluvia caida durante el viaje).

Para dos personas comento lo servido:

Pulpo a la brasa con helado de mostaza:Es un fijo cada vez que venimos a este lugar.Dos tentáculos de pulpo perfectamente horneados y en su punto de sal,cortados en tacos gruesos con aromas a pimentón.El helado de mostaza a la antigua le da una cremosidad y un contrapunto dulce-ácido a medida que se va deshaciendo que junto al pulpo hace que se convierta en un plato delicioso.

Media ración de carpaccio de buey veteado con foie,muy bien aliñado con pimenta y un toque ácido que permitía realzar el sabor de la carne.

Continuamos con la famosas tiras de CABU acompañadas de una estupendas patatas fritas y una fresca ensalada de tomate y lechuga.Sin volver a entrar en polémicas sobre como se ha de servir este tipo de carne resaltar que tiene un sabor y textura fantásticos (a buey de verdad) sin por ello desdeñar la manera que en otros lugares sirven la carne de vaca vieja a lo que en la mayoría de ocasiones llaman buey.

Tomamos un par de copas de un verdejo sencillo para atacar los primeros mientras se iba aireando nuestra elección de vino para tomar con la carne: Un Carmelo Rodero crianza del 2008 a un precio de 26€.

Hacer mención a la notable carta de vinos y señalar sus interesantes precios aunque si que hemos notado alguno más subido que en anteriores visitas.

Mencionar que en esta ocasión hemos notado una mejora en la cristalería respecto a las visitas anteriores.

Servicio muy profesional,agradable y atento.Todo ello bajo la supervisión de Jesús García, pendiente de todo y de todos desde que entras hasta que sales.Como detalle,comentar su ofrecimiento de pasar a un salón contiguo para tomar el café o la infusión y en este caso un orujo blanco y copa de Baileys (consumiciones a las que fuimos invitados)con opciones de fumar a quien lo desee.

Se me olvidaba que como postre compartimos un chocolate de Tanzania con frutos rojos liofilizados; soberbia porción de un chocolate denso,graso y amargo levemente compensado por las sensaciones ácidas y crujientes de los frutillos rojos.

En resumen para mí sigue siendo unos de los sitios de referencia en la provincia de Segovia(junto al Di Vino en la capital y al parecer Villena -a este último no he tenido la oportunidad de visitar-) que caminan al margen de la fórmula judión,cochinillo,lechazo,ponche segoviano tan manida y que además aporta una especial atención al mundo del vino.

En total la cuenta ascendió a 120€ dos personas,todo lo comentado aquí.Desde luego no es barato aunque cuando te marchas,tampoco te queda la sensación de haber pagado de más aunque si me gustaría ver que en ocasiones futuras no percibo ese "indicativo alcista" que hoy he percibido.

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