Excelente la carne de Buey que te sirven allí, lugar por cierto único para probar ese maravilloso Buy CaBu. Por lo demás muy bien descrito el festival, y anda que menuda vida lleváis ;-)
PD; Menudo elemento tan peculiar es Jesús García, verdad?
El Riscal cuenta con más de 50 años de historia y es la segunda generación la que está al frente de la gestión. Cuenta con varios comedores, uno rústico castellano, propio de los mesones, otro con una decoración más moderna y el privado situado en la bodega.
La carta es amplia y variada, con una cocina de estilo tradicional con el plato fuerte del buey. Jesús García está al frente del servicio, numeroso y muy profesional. Este simpático segoviano, dotado especialmente para el trato personal, nos atendió con maestría y un estilo propio, muy jocoso pero esmerado.
Puedes acompañar las viandas de El Riscal con hasta 160 vinos distintos, con claro y lógico predominio de los tintos y entre estos los de Ribera del Duero, Toro, Rioja y los Vinos de la tierra de Castilla y León. El servicio del vino cumple con la liturgia en los primeros pasos de presentación y prueba y primer relleno, luego queda accesible para que te puedas servir tu mismo. La cristalería de calidad y el recargo en los vinos muy aceptable.
Compartimos como entrantes:
Carpaccio de buey CaBu con foie de oca y aceite de jamón ibérico. De color intenso y muy sabroso. Tal vez sea la mejor manera de apreciar el sabor particular de la auténtica carne de buey.
Tentáculo de pulpo frito con helado de mostaza a la antigüa y aceite colorado. Un pulpo muy tierno. Curioso y acertado el contraste con el helado de mostaza.
Jamón Mangalica, estando bueno, me quedo con nuestro ibérico.
Croquetas caseras Riscal, muy buena cobertura, crujiente y nada aceitosa.
La mayoría nos decantamos por el Buey CaBu a la teja, que nos presentaron de dos cortes distintos: el lomo y la cadera. Una carne roja, magra y muy tierna.
La cadera sin grasa de un granate oscuro. La del lomo más roja, con algo de grasa infiltrada y también rodeando la pieza.
Lo único que no me convenció fue que la sal ya venía por encima de la carne, yo la serviría aparte para aderezar la carne, a gusto del comensal, una vez cocinada. Mira el color blanquecino de la grasa de la carne de buey, según Jesús Garcia, uno de los distintivos de esta carne.
La carne vino acompañada de unas buenas patatas fritas caseras y unos sabrosísimos tomates de Pinarnegrillo.
Los postres son variados, caseros, bien presentados y de un precio muy razonable, entorno a los cinco euros cada uno. Yo tomé un mousse de chocolate negro de tanzania con sorbete de pera y Ana un curioso mezclote que recordaba la merienda de la infancia: plátano, yogur y galleta.
Para beber tras las cervezas iniciales de rigor, dos botellas de un potente y sabroso vino Valle del Botijas 2011 que armonizó a la perfección la carne de buey CaBu.
En la sobremesa Jesús nos quiso invitar a un Gin Tónic pero declinamos agradecidos, porque teníamos que seguir nuestra ruta de Castillos Segovianos.
Recomendable restaurante donde poder disfrutar verdadera carne de buey.
Post completo ilustrado con fotografías en: http://www.vinowine.es/restaurantes/autentica-carne-de-buey.html
Excelente la carne de Buey que te sirven allí, lugar por cierto único para probar ese maravilloso Buy CaBu. Por lo demás muy bien descrito el festival, y anda que menuda vida lleváis ;-)
PD; Menudo elemento tan peculiar es Jesús García, verdad?
Gracias Javi.
Lo dices tu, que no se os caerá la casa encima, ¿eh?
¡A través de las redes sociales constato que no paráis!
Un abrazo,
Jose
Eso es alguien que me ha hackeado la cuenta y me está suplantando, obra sin duda de un mezquino ;-)
Tu cuenta, la de Mara,...
Hay gente sin escrúpulos, no se conforman conmigo sino que ya van a dañar a una dama. Ni caballeros quedan ya... ;-)
PD; A ver cuando programamos alguna que ya va siendo hora!!!
Un abrazo y dale un beso a Ana
La próxima vez que vayas, para dejar sitio al gin tónic, que Jesús te acerque a la granja a ver "los animalicos". Es digno de ver. Estuve hace años y nos gastó Jesús una broma de gran profesional. Cuando vamos a pedir nos dice que "han cambiado de dueño" y que ya no tienen más que platos combinados de huevos fritos, salchichas, y pechugas empanadas. Ya te puedes imaginar la cara que se nos quedó... Terminamos tomando copas con otro JG, que fue alcalde de Bernardos (junto a Carbonero) y casi cenamos. Eso da prueba de una hospitalidad a prueba de bombas...
Esa misma es mi intención, la próxima ocasión que visite la zona quiero ir con más tiempo para poder visitar la granja.
A nosotros nos gastó la misma broma, pero diciendo que se dedicaban a la casquería selecta.
Un abrazo.
Te queda, más o menos, de paso en el trayecto de tus próximas vacaciones.
Un beso.
Creo que se nos va a amontonar la faena, jijiji!
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