Ayer domingo estuvimos por la zona y en vista de los comentarios sobre este restaurante nos decidimos por venir a comer aquí. Está situado en Molló, un pueblecito tocando la frontera francesa en pleno Pirineo, y con un entorno incomparable. De hecho el comedor tiene unas preciosas vistas sobre el valle que hacen que uno disfrute aún más si cabe de la comida.
Fuimos a comer 2 parejas con 3 niños. Nos instalaron en una mesa redonda con espacio de sobras para estar bien cómodos. Los niños comieron unos buenísimos macarrones, picaron lo que pudieron de sus padres y de postre helado. Y tan contentos, claro.
Yo comí:
- Aperitivo de brandada de bacalao con crema de manzana : excelente combinación, empezamos bien. Gentileza de la casa.
- Arroz cremoso de trompetas de la muerte y boletus: muy bueno aunque quizás le faltaba un poco de potencia.
- Cola de ternera con salsa de vino tinto y pimienta negra: aquí sí que no faltaba potencia. Presentada deshuesada y acompañada de cebolla confitada y un puré que diría que era de manzana. Muy bien.
- Canelón crujiente de chocolate blanco con helado de coco: muy bueno, rico el canelón con esa mousse de chocolate blanco.
Otros platos que se pidieron y pude probar fueron:
- Espárragos blancos con salsa romesco: 4 espárragos de muy buen tamaño. Los probé y estaban muy buenos.
- Entrecotte de ternera: muy buena materia prima, sabroso y cocinado al punto. Muy bien.
Pan de 2 tipos: blanco y minichapatas con nueces y pasas. Muy buenos ambos aunque el precio por persona un poco excesivo (1'40€).
Carta de vinos con referencias interesantes y precios sin estridencias. Pedimos un Recaredo BN Gran Reserva 2007. Copas de calidad (Spigelau las de cava y Schott las de vinos tranquilos). Lo que no acabé de entender es que dejaran la botella de cava en la champañera sin abrir. Por lo que vimos en otras mesas se ve que es lo habitual. Igual tienen sus motivos pero me pareció extraño.
El precio final fue de 153 €. El precio por adulto calculo que vendría a ser de unos 34-35€, que por lo comido me parece un buen precio.
En fin, lugar recomendable si uno está por la zona.
Supongo que lo comparo con el arroz de perrechicos que me comí no hace mucho en els Casals y que era una bomba de sabor. Pero claro, els Casals ya son palabras mayores. Un abrazo,
Ferran
Pues no conocía el refrán pero estaban tiernos y bien ricos. También es verdad que ha hecho un mes de junio que ha sido como mayo o abril y eso lo cambia todo. Saludos,
Ferran
Pues sí, pasaros por allí, que vale la pena. Lo que me extraña es que tanto tú como Javier que vais bastante por la zona no conozcáis el Reccapolis de Ripoll. A mí me encanta. Incluso Coro le puso un 7, imagínate! :-D
Pues te hubiera encantado el postre, estaba buenísimo ;)
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