Restaurantes con muchos humos

Restaurante pequeño con pocas mesas y muy juntas. Subrayo la gran carta de vinos y el servicio atento que nos dieron. La comida no me pareció nada excepcional, ensalada de bacalao al pil pil, revuelto de boletus con gambas, entrecot de cebón y medallones de foie, como digo correcta pero sin grandes alardes. Vino Finca Loranque Tempranillo-Syrah 2005, estupendo, estuvimos disfrutando de él hasta que dos vecinos de mesa se pusieron mano a mano con sus puros fabricando humo y aquello era imposible de degustar, lo único que entraba por la nariz (y los ojos) eran enormes cantidades de humo. Salimos del restaurante llorando y os aseguro que no fue por la emoción de la comida ni la del vino.