Asador un tanto atípico. Nada de decorración "castellana", el local es amplio, luminoso y espacioso.
Ideal para comidas de grupos pero apto para bis a bis.
Entrantes sin sorpresas, morcilla de Burgos, excelentes tomates con ventresca, jamon iberico bien cortado. Como plazo fuerte excelente chuleton de buey.
Bodega interesante y precios ajustados.
Tomamon 2 magnun de Cepa 21, apuesta segura.

Mi segunda visita. Local amplio, limpio, con zona de fumadores. Estupendo para cenas numerosas. Separación entre mesas edecuada. No ruidoso.

los entrantes buenos, sin más. Buena presencia, buen sabor, pero faltos de imaginación.

Las carnes son el plato fuerte de este local. Pedimos un típico surtido de carnes blancas, novillo y buey. Lo mejor, el pato a la brasa. Exquisito.

Los postres normales.

Buena carta de vinos. Y buenos consejos del dueño del local. Su servicio, correcto. Bebimos San román 2004. Nunca falla.

Para rematar, un par de botellitas de orujo verde a cargo de la casa.

Yo volveré.

Estuve cenando en este restaurante donde me recomendaron pero al final sali un poco decepcionado. Nos pusieron un revuelto de setas con jamon, esto si estaba bueno pero poca cantidad que compensamos con unas cocretas que pedimos aparte, bastante decentes. De 2º pedimos carne de buey, aqui fue decepcionante porque estaba dura dura y cruda. El postre lo mejor junto a la carta de vinos. El local es amplio y con gran separacion entre mesas aunque la atencion no es muy buena.

Local que escapa de la idea tradicional de asador. Atractivo y amplio. Buenos entrantes, variados. Tomamos ajoarriero, revuelto de boletus, calamar a la brasa, tartar de atún (muy bueno), entrecote de buey, 4 cervezas y San Roman 2004, para compartir todo dos comensales por un total de 107€. Servido todo con interés pero sin mucha profesionalidad. Mesas separadas. Separación funcional fumadores-no fumadores. Un sitio correcto.

Agradable comida en este asador hermano del restaurante situado en Historiador Diago.
Muy buenos los entrantes, -excelente el calamar de playa, croquetas y camembert a la brasa-, aunque lo fuerte son las carnes.
En general se come muy bien; el mejor novillo argentino que he probado y decentísimo chuletón de buey.
Magnum de Carmelo Rodero y botella de Viñas del Gaín, mejor el primero.
Postres a la altura, con un servicio eficiente y muy afable.
Con copas, 52 € por persona.
Para repetir.
En comida, un 3 alto.

Cenamos de menu cerrado y eramos 10.
Todo bien repartido.
Entrantes muy buenos, sencillos pero concretos, de calidad y suficientes...
Ibericos, ajoarriero, calamar plancha, chistorra y morcilla, pan.
Luego nos aseguraron un bacalao pilpil, que eche de menos.
Aunque sustituido por un trozo de atun, muy bueno, quede mal con el resto de comensales por la publicidad que ya le habia dado yo al bacalao.
Ademas, creo que si acabamos con un entrecot (salio frio, lastima por la buena carne) el atun era menos apropiado.
Vino, sencillo, pero muy equilibrado con el menu, Conde de Valdemar.
Postres y cafe buenos (me falto licor)
Local espacioso perfecto para cena de mas de 4, pues estubimos 10 sin molestarnos una mesa de 20 proxima.
Volvere para cenar 2, a ver que tal se portan.

El local agradable y amplio. El servicio más que correcto. La carta de vinos amplia y variada. La calidad de los entrantes muy bien (ensalada de perdiz, ajoarriero, anchoas e ibéricos). La carne excelente (pierna de cabritillo buenisima y excepcional el buey). Los postres buenos, y el vino Tinto Pesquera. Buena RcP, y para volver a quien le guste la carne

Experiencia nada gratificante.
Carta de vinos corta y con ausencias dentro de ella.
Entrantes simples, el foie vulgar. De las cocochas, mejor no hablar, francamente mejorables...
Sin detalles. RCP a mejorar. En fin...
Seguiremos buscando el restaurant.

Cocina de producto de alta calidad. Para empezar un ibérico del bueno, calamar a la plancha excepcional o un revuelto de boletus con foie maravilloso. Luego carnes o pescados bien tratados en el asador. Los postres correctos y el pan a un nivel medio-alto.
La selección de vinos no es muy amplia pero suficiente. Igualmente ocurre con los licores. El local tiene una decoración neutra pero con una muy buena distancia entre mesas lo que hace muy agradable la conversación.
El servicio en general agradable y muy diligente. RCP buena. Es un restaurante a tener en cuenta si quieres una comida con poca creatividad pero con mucha solidez. Volveré.