Este restaurante NO esta en Ventallo, esta en l'Armentera, que no esta muy lejos. Se mudaron hace un año.

El sitio es espectacular, un molino antiguo rodeado de verdes prados.
La cocina la definiria como platos tradicionales de temporada pero actualizada, y con alguna combinacion sorpendente y bien conseguida como la burrata con espinacas salteadas.
El ambiente tranquilo, acogedor, suave.
El servicio impecable
Lo mejor : la carta de vinos creada personalmente por la sommelier. Buena selección de sorpendentes vinos naturales y vinos de la zona. Magnifica explicacion de cada vino, la bodega, etc.

Muy, pero muy recomendable!

El PerA Batlla se encuentra, como ya se ha apuntado en un entorno magnífico. Si la temperatura es agradable el espacio utilizado es un patio maravilloso. Si el clima lo impide, el comedor interior que aún no he probado. Sólo en casos excepcionales utilizan los dos espacios de forma simultánea. Un indicador positivo sobre su compromiso con la calidad y con la voluntad de ofrecer un buen trato.
La atención de Clara, perfecta. Como detalle: no tenían el vino que pedimos y como alternativa nos ofreció uno a mitad de precio del solicitado en el primer momento. Un Oratori de 2008 que nos gustó mucho (10,90 €).
Para empezar, compartimos:
Callos-muy buenos: picantes, sabrosos,...-9
Bonito marinado acompañado de salmorejo y tortilla de patatas. todos los ingredientes estanab muy buenos. Sin embargo me pareció un plato un tanto deslabazado, poco integrado.-7,5
De segundo,
Yo comí un pollo de payés con cigalas. Un mar y montaña muy bueno. En los últimos años tengo la sensación que muchos cocineros creen que un mar y montaña es el resultado simple de una mezcla. Y no: un mar y montaña debe ser la expresión de una mezcla que, como todas las buenas, vaya más allá de sus partes. Un salsa espesa y no invasiva. Un pollo con sabor. En defintiva, un gran plato.-9
Mi mujer pidió un steak tartar que estaba tan bueno que no lo pude probar en cantidad suficiente como para valorarlo.
Compartimos un plato de queso que nos llegó en dos platos ya dividido. Aquí también se manifiesta el compromiso con la cercanía: todos del Empordà
Acabamos con un GT de Seegrams
En definitiva, para pasar unas horas muy agradables, con una propuesta muy honesta y comprometida, y con una carta en la que siempre te quedan cosas por pedir. Tal vez no sería mala idea que Clara y Toni pensasen en la posibilidad de ofrecer algún menú que nos permitiese hacer un recorrido más completo de su oferta gastronómica.

Restaurante recomendado por el amigo Pau.
Como bien dice el comentario anterior se trata de una casona de piedra a la que se accede por un patio lleno de plantas, mesas para la sobremesa y grandes arcos de piedra.
El comedor es una mezcla entre lo rustico, lo bohemio, en el que se respira intimidad.
Pocas mesas con gran separacion entre ellas, muy bien vestidas, incluida una vela encendida, cuberteria y vajilla de calidad y cristaleria Schott.
Mientras elegiamos y nos tomabamos unas cervezas, nos trajeron como aperitivos unos palitos con especias y una crema de esparragos a la menta con una zanahoria baby.
De primeros para compartir pedimos: verduras de la huerta a la plancha con salsa romesco 13€, muy variadas y muy bien de punto, entre los que destacaron las raices de puerro en tempura y un foie mi cuit con queso de cabra y mermelada de tomate 14,5€, muy bueno, de sabor intenso y perfecta textura.
De segundos: presa iberica con arroz negro de montaña 19,8€, puro sabor e inmejorable punto de la carne y bacalao confitado sobre cama de espinacas y laminas de ajo 19,65€, bien sin mas.
Postres: queso mató con membrillo 7,5€, presentado en forma de milhojas, me gustó bastante y una tarta helada que ahora mismo no me recuerdo bien, tambien al mismo precio.
En el apartado de vinos se nota la pasion por este mundo de Clara, dueña, maitre y sumiller todo a la vez, con la que hablamos largo y tendido y que a su vez nos invitó a visitar la bodega, carta bastante amplia con bastantes referencias tanto nacionales como de otros paieses, nos dejamos aconsejar por ella para probar cosas de la zona, en este caso un Quindals 06 a 21,2€, perfectamente servido y para los postres unas copitas de Ratafia Russet 3,90€ y Bac de les Ginesteres 2000 a 9,10€, hubiese jurado de que se trataba de un generoso andaluz, brutal.
Terminamos con unos cafes tomados en la terraza.
Sin duda una velada especial.

Me recomendaron varias veces este restaurante pero no encontraba la ocasión para asistir. Al final me decidí y me sorprendió el resultado. Un restaurante ubicado en la plaza del pueblo (Ventalló) con toques rústicos, muy buen ambiente, cómodo muy agradable. El trato excepcional por parte de Clara, Propietaria y sumiller.
Nos ofrecieron una copa de cava (Cava Castillo de perelada Brut reserva) y como aperitivo unos bastones de queso y otro con toque picante.
Pedimos primero para picar sus famosas Patatas Bravas sencillas pero espectaculares.
De primero, sus verduritas de temporada, del huerto propio, a la brasa(Espectacular la remolacha y los primeros "calçots")todo acompañado de una fina salsa de calabaza y yo, setas de temporada salteadas con mahonesa de piñones y tierra de trompetas de la mort (creo). Muy gustoso, cocción justa. Los "ceps" y los "rovellons" un 10!
De segundo un confit de pato con canela, naranja pétalos y setas delicioso y muy crujiente. Unos de los mejores confits que ha probado mi mujer. Y yo pedí unas vieiras acompañadas de un risotto de calabaza, salvia y un toque picante. Realmente buenísimo. Estos platos fueron remojados con un vino que nos recomendó Clara, un blanco DO penedès de edición limitada en 2008 (aunqué ya nos pudo ofrecer el 2009) con un nombre singular "Plou i fa sol" (Llueve y hace sol). Un blanco con algo de barrica, con las variedades "Xarel.lo" y "Malvasía de sitges" echo por Sot Lefriec desde sus viñas del garraf. Un gran vino. Con toques a frutos blancos, flores,miel, algo cítrico, terroso y mineral. Un lujo.

En los postres nos decantamos por las torrijas con sorbete de leche merengada y el biscuit de Jijona con Chocolate caliente. Café y una infusión de menta del huerto (de echo me trajo en un platito las hojas de menta que infusionaron).

Una velada maravillosa para festejar el aniversario de mi mujer.

Y por si fuera poco, nos enseñó la bodega y el secreto que en ella esconde...aaahhh!

Gracias Clara y Antonia por el momento...nos vemos seguro!

He cenado varias veces en Pera Batlla (atención a las 2 "a" finales). Pienso que proponer un 10 debe ser excepcional. Pero sí que puedo recomendar absolutamente el sitio por su calidad de producto, por la presentación, por la innovación y cambios en la carta, por la atención de las propietarias, por su excelente steak tartar, por sus platos más tradicionales y pro los nuevos, por su completa y premiada carta de vinos (con amplia presencia de la DO Empordà) y por su acogedor restaurante, sobretodo en el patio en verano.
Por si fuera poco tienen huerto propio que les proporciona la mayoría de verduras que sirven y trabajan con el concepto Km 0.
Además Ventalló se merece un paseo entre sus antiguas casas de piedra y sus estrechas y románticas calles.

Si tienes un buen recurdo de un sitio temes que despues no cumpla las expectativas. El pUente del Pilar he vuelto a Pera Batlla, y creo que cada ves es mejor, me encanta, su comida, unas setas, unas vieiras magistrales y unos canutillos de lechazo. El vino, un tinto de galicia en concreto de Ribeira Sacra que Clara nos recomendo "Lalama" al saber que era la tercera vez que ibamos desde Leon.Por ultimo felicitar a estas magnificas profesionales, reclamar para ellas una estrella michelin que se merecen, eso no hara que sean mas grandes pero si que ganen mas dinero y que se premie la labor del trabajo bien hecho.
Con todo el cariño desde Leon, unos amigos.
Pilar y Juan

La primera semana de septiembre estuvimos cenando en este restaurante, nos lo habian recomendado los dueños de una preciosa casa rural, jordi y juan carlos de un pueblecito muy cercano que es torroella de fluviá, por cierto una casa maravillosa.
El sitio nos parecio estupendo, la comida magnifica, en concreto yo tome un magret de pato como hacia tiempo que no comia, el sitio es precioso y la atención estupenda.Probamos un vino del MOntsant que nos recomendó. Repito nos encantó, el sitio , la comida, el vino y las anfitrionas.

Se trata de un restaurante dirigido por una pareja: Clara,sumiller y maitre, y Toni en los fogones.
El restaurante está ubicado dentro de un antiguo caserio con la posibilidad de cenar en el patio,super recomendable hacerlo de noche porqué se está fresquitos y se crea una atmosfera muy bonita.
La cocina es sencilla pero muy bien elaborada y presentada y con buen producto.
La carta es cortita pero eso ,creo,hace que todo sea fresco.En nuestra ultima visita probamos :Tartar de atún,tallarines,mejillones,secretos de iberico y un muy buen solomillo.
Otro punto fuerte de este restaurante es la carta de vinos,muy bien pensada, estructurada y con referencias muy interesantes.Nosotros tomamos: Ctonia (masia serra,blanco) Barranco oscuro (vino de la tierra de granada,blanco,muy pero q muy raro...)Clos martinet (priorat,tinto),y un dulce de suiza q no me acuerdo....
En fin un buen sitio donde cenar en un entorno muy agradable y tranquilo y poder beber un buen vino en el Empordá.. saludos