Escribo este comentario, como propietario de Traperia30, simplemente para hacer unas precisiones, no sobre la calificación que el sr Alonso ha realizado.
El día 18 de septiembre, con el comedor lleno, la reserva que el sr Alonso tenía era para las 15 h. A las 14,15 entraron dos ocupantes de la mesa, que tomaron algunas cervezas, y esperaron hasta las 15,15 que llegaran el resto de comensales.
Ni entraron los primeros, pues ya había alguna mesa comiendo cuando entraron los dos primeros clientes, ni se fueron los últimos, pues me quedé charlando con alguna mesa.
Tenemos a bien el proponer el menú degustación a mesa completa. Y en esa mesa se nos advirtió que cierto comensal tenía ciertas alergias. Le insistieron en sala, de que era más práctico elaborarle algunos platos que todo un menú. A lo que con cierta arrogancia se contestó desde la mesa "que se lo curre la cocina".
Entendemos que un "tartar" son piezas de carne (en este caso pescado, salmón, que hemos marinado y ahumado ligeramente y añadido pieles de cítricos) cortadas a cuchillo, y picadas. Nunca pensamos que más o menos cantidad, hablamos de un aperitivo de entrada, pueda desvirtuar el nombre y la elaboración. (Por cierto, los variantes que no pudo comer la cliente de la alergia fueron conocidos por la cocina una vez el plato volvió a ella)
El listado de alergias iba creciendo conforme los platos iban apareciendo, con la consiguiente perdida de ritomo en cocina. ¿No sería más fácil, si queremos facilitar el trabajo en las cocinas que visitamos, enviar un día antes el listado de posibles productos que no podemos comer, o traerlos en una lista que se entrega en la cocina, y así se ven todas las alegias?, ¿O es que tratamos de que las cocinas tengan problemas?.
Las raspas de boquerón fritas son una tradición en la comida de mar catalana, ya alababas por Josep Pla, amén de comerse en diversas partes del mundo (Canarias, Mar Menor, Japón, Perú etc). No sólo los gatos comen raspas, son muy ricas en calcio.
Ese rabo de toro que habla el Sr Alonso estaba en el menú taurino que estos días hemos servido, y amén de comerselo ampliamente, hay clientes que nos han felicitado dicho plato, incluso ese dñia en diversas mesas. De la misma manera que un rabo similar fue el que durante 14 días se sió en la VII Feria de la Alimentación y el Vino de Murcia y resultó una tapa muy alabada por los clientes que nos visitaron esos días. Lamento profubdamente que sólo fuera su mesa quien tuvo problemas de "DE HEBRAS Y DURO" pese a las 10 horas de cocción a 80º que recibe ese producto.
El pescado al que se refiere es una melva, que se pasa unos minutos bajo sal (5), de lava y se cocina a 55º. y se sirve con unas veduras salteadas. Los pescados azules que utilizamos no son comprados por el precio, sino por su frescor. ¿Acaso debemos desechar los huevos por baratos?. Recordemos que nuestro menu de 39€, incluido el IVA, consta de 7 servicios. Y hay que hacer números para dar un producto de primera línea.
No todos los menús degustación están escritos en los menús de los restauarnte, pero los responsables de sala sí infornman de lo que a diario se componenen para que no haya ningún tipo de alergia y problemas
Nuestro servicio de sala puede ser que ese día estuviera muy atareado con la atención a las mesas, pero creemos que, ya en la carta de vinos con más de 600 referencias hacemos un apartado para las recomedaciones semanales que vamos ofreciendo, y si en algún momento se le hubiese preguntado algo, nuestro sumiller suizo Remo Giovanni atiende con gran cortesía y educación, y está muy pendiente de las mesas a lo largo de los servicio, y ese día, el equipo de sala, una vez ha leído este comentario, mueve con extrañeza la cabeza.
Los cocineros que trabajan en Traperia 30 son de una comprobada profesionalidad. Y a diario "curran" muchas horas para poder atender y agradar a todos aquellos que vienen a visitarnos. Y nos esforzamos, aunque a veces, como en este caso, el esfuerzo no ha podido llegar a agradar al cliente.
Es difícil enfrentarse a veces a quien viene con la arrogancia subida, y el gesto malicioso.
Desgraciadamente han cambiado los tiempos en que "el cliente siempre tiene la razón". El cliente tiene su opinión, pero los cocineros, las gentes de sala, tienen también su visión y pueden dejar escrito que hay quien viene a jugar "resabiados", o sencillamente no viene a jugar.
No nos importa, repito, sus puntuaciones. Nos parecen graves y maliciosas las impreciosiones.
Un placer en poder seguir atendiendoles en Traperia 30.