No me terminó de convencer, dudas a la hora de asignarnos la mesa a pesar de haber efectuado la reserva el día anterior y confusión en la hora en la que habíamos quedado en ir, habíamos quedado de 1,30 a 2 y nos dijeron que la reserva era para las 2,30, finalmente nos acomodaron en la planta baja.
Menú de fin de semana por 20 € con suplemento en varios de los platos.
Local agradable y como se ha dicho en otros comentarios buena mantelería, buena vajilla y copas de vino en total discordancia con todo lo anterior.
Tomamos unas alcachofas con calamarcitos, éstos pasados de cocción y tacos de pulpo y tacos de patata con aceite de DO Ciurana y pimentón de la Vera (suplemento 2,50 €) ración escasísima, rozando el ridículo. Los segundos papelina de pies de cerdo deshuesados con butifarra negra (correcto) suplemento 2,50 €.
Correcta la presentación de los platos.
Pedimos el vino de la casa un DO Conca de Barberà, ni fu ni fa, en mi largo recorrido por restaurantes de todo tipo nunca había visto abrir una botella de vino en la forma y manera que aquí lo hicieron, era una camarera con un ligero rasgo oriental que en ningún momento pudimos oir su tono de voz y que se limitó a abrir la botella y dejarla en la mesa.
De postre un brownie de chocolate y unos dedales de chocolate.
Dos cafés.