Como ya lo he comentado anteriormente en varias ocasiones, tan solo destacar que han vuelto a incluir en el menú un plato que hacía varios lustros que había desaparecido y que es uno de los preferidos de mi mujer: raviolis de salmón. Tal como los recordábamos, deliciosos.
Tomamos el menú de 16,50€ con un par de platos con suplemento. Fantásticos mis huevos fritos con patatas fritas de Prades y trufa (suplemento de 2,20€) y los canelones con ceps. La crep de crema catalana con almendra amarga sigue siendo mi postre favorito.
Una botella de Finca l'Argatà 2009 (22,55€) servida a buena temperatura completó el almuerzo. También esta vez nos pusieron copas Schott Zwiesel, las Pure si no voy errado.
Tal vez se debiese a que hacía algún tiempo que no lo visitábamos, unido al hecho de reencontrarnos con uno de los platos, en mi opinión, emblemáticos del local. La cuestión es que salimos más que satisfechos.
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