Su majestad La Gamba Roja

En la misma calle que el hotel Avenida, y ahora ya fuera de sus bajos, en un local de tamaño medio con una puerta de entrada que parece más la entrada a un patio de viviendas por lo que puedes pasar sin ver el anuncio frontal de la fachada. Con mesas algo más juntas de lo deseable (la presión de las reservas manda) y que se llenan al menos en días festivos como hoy, sin llegar a doblar servicios. La decoración es mínima y un televisor en marcha al fondo ya te indica que el ambiente no va a ser sofisticado.

Las mesas con mantel y servilletas de hilo, buenas copas de vino, cubiertos y vajilla más corrientes. A la entrada ya está a la vista el menú de comidas y ya adviertes que la gente viene por las gambas porque hay en (casi) todas las mesas. La carta tiene unos entrantes, opción de arroz, fideuá y sopa de pescado más 3 opciones de carne; el fuerte es la parte de pescados aunque no todos están todos los días, pero siempre hay variadas y buenas opciones. La carta de vinos dispone de blancos con 1-2 vinos por DOs de zonas de blancos, pocos rosados y algo más de espumosos (cavas y champagnes); la parte de tintos más amplia (¿con estos platos?) tiene una parte clásica más presente que en los otros apartados aunque en general hay algunas opciones interesantes. ¿El precio? Pues con, prácticamente, un mínimo de 18€ hace que vinos de gama más baja como La Planta Roble sea más de x 2, otros como San Román sean x 1,5.

El servicio de la sala está muy bien llevado, casi monográficamente, por Abdul (creo que así le llamaron) de origen marroquí, curtido en mil batallas por el mundo y un profesional de los que quedan pocos en hostelería. Buenos consejos, buen servicio y  amabilidad tan alta como la profesionalidad.

Por el tema de la carretera nos limitamos a agua sin gas grande (Solares) y un vermut Martini tinto. Para comer y de forma compartida entre los dos y una previa amenizada con unos cacaos fritos pelados (muy básicos) más unas lonchas de barras de pan normal e integral, sin nada especial y una buena tarrina de alioli:

. tomate valenciano con anchoas del Cantábrico: tomate con buen punto de maduro, algo menos sabroso de lo que se espera de estos tomates; buenos filetes de anchoa y un correcto aceite Vieiru de la Sierra de Gata (¡en Extremadura!).

. 6 gambas rojas hervidas: (45€) perfectas en su ejecución, quedando muy jugosas, calientes, fácil separación de la piel. El producto no puede ser de mejor calidad y de un considerable tamaño. Excepcional.

. 6 gambas rojas plancha: (45€) de más difícil punto, por ello tiene un valor superior. Mi sensación es que se hierven un poco (como las anteriores) y luego tienen un muy ligero paso por plancha de modo que la piel no se quema en absoluto, ni se abre la cabeza, ni necesita de mucha sal que le aisle del fuego, estando muy caliente en su interior y quedando tan jugosa como la hervida. Mismo tamaño y calidad. Excepcional.

. besugo al horno para dos con verdura plancha: una buena pieza que daba fácil para tres raciones. De nuevo en punto perfecto, rozando el poco hecho pero sin zonas no cocidas, muy jugoso y sabroso. El plato de verduras a la plancha muy destacable con cada una en buen punto de fuego. Muy recomendable.

. tarta de zanahoria: por acertada recomendación de la sala, compartimos una tarta a modo de la clásica de la abuela, con galleta triturada zanahoria y coco. Muy buena a pesar de la innecesaria decoración de "chorrritón" de chocolate.

. un buen café y una invitación a elegante copita de mistela de la zona, de mucho mejor nivel de lo esperado se completó con un rato de interacción sala-cliente muy agradable.

Dicen que es la mejor gamba roja de la comunidad y a mí me lo pareció. No entraré a la discusión si es mejor la gamba roja (alistada para otros) de esta zona, del caladero Alicante-Ibiza, la de Palamós, la de Málaga o hasta la de Huelva, solo diré que aquí se pesca a más profundidad (800 mts) y eso siempre produce mejor calidad. Luego dependerá de la época del año, del tipo de pesca artesanal que se haga, de lo que se conserve en hielo hasta puerto, etc..

Me sorprendió ver el precio 20€/100 gramos en carta ya que es un producto que oscila mucho en lonja; pienso que es posible que el tamaño se adapte al precio pero me gusta que no haya ese consabido "precio según mercado" que siempre me ha parecido "precio según cliente".