Mi experiencia acerca de este restaurante ha sido más bien negativa si

Mi experiencia acerca de este restaurante ha sido más bien negativa si valoramos no sólo el precio de la carta sino también el servicio prestado. El restaurante está en una casa habilitada para ello, con algunas humedades en las paredes que no dan buena impresión. Fuimos a comer a las 15h. Respecto a la elección de los platos de la carta, tuvimos que cambiar algunos de ellos varias veces sobre la marcha porque no les quedaba género. Varios entrantes, como el revuelto de espinacas y gambas y la ensalada con gorgonzola, tenían exceso de sal. El pan que nos pusieron -dicen que elaborado por ellos- algo chumascado. Más adelante, cuando pedimos más pan, nos dijeron que no les quedaba, que lo estaban haciendo en el horno... al final ni lo pusieron.
Respecto a la calidad, aceptable, pero el precio más que sobrevalorado, porque no se puede cobrar por un pequeñísimo lomo de corvina 16,50€, y menos en ese entorno. Cuando pedimos la cuenta, tardaron tanto que hasta tuvimos que ir a buscar a alguien para que nos cobrara. Para más inconvenientes, las sillas tienen un respaldo bastante incómodo porque el dibujo central del mismo se hinca en la espalda.
Por último, respecto al vino, no tiene una relevancia especial, porque ni siquiera nos ofrecieron carta de vinos y el Rivera del Duero "de la casa" deja mucho que desear.