Local muy acogedor a orillas del Sena, en la zona de Saint Michel. El local pertenece a una cadena. Mesas muy juntas y pequeñas. Servicio correcto sin más. No hablan español. Inglés sin problemas.

En la página web está la carta y los vinos. Cena ligerita a base de un surtido de embutidos y otro de quesos. Buenos ambos. Para beber, un agua de 1/2 litro, una copa de Chateau Maurac 2005 (del culo de la botella. Había más posos que vino. Lo dijimos, pero ni caso) y una copa de Chateau Lanessan 2006 (mucho mejor). Copas corrientes y demasiado pequeñas.

El local estaba casi vacío (en la otra mesa había dos españolas residentes en París). La camarera no estuvo por la labor. Estábamos en la terraza y teníamos que entrar para avisarla cada vez que queríamos algo.

No me convenció en absoluto. Como curiosidad, desde la terraza disfrutamos de la música en directo de la taberna irlandesa aneja... que estaba a rebosar.

De nuevo quiero dar gracias a jvoltaire por hecerme descubrir esta joyita parisina.
Tomamos un "menú gourmand" por 62e/pers. No es comida superelaborada, pero la materia prima es fabulosa: parrillada de verduras con un queso azul,tarrina de foie-micuit de la casa, medallón de solomillo, y postre (lo más flojito). Estupendamente maridado con Château Peyreblanque de Graves 2007 (acompañó un embutido casero de aperitivo); Château de Côme 2004 (con el foie); Château Batailley 2002 de Paulliac (para la carne) y Château du Levant 2004 de Sauterners para finalizar un maravilloso almuerzo.

Un buen restaurant a la orilla del sena. Acogedor, muy popular y con una oferta de vinos, sobre todo de Burdeos, excepcional. Ensaladas, embutidos, quesos, foie, tartare...Ellos te aconsejan el vino más acorde. Sensacional.