Comida familiar en fallas (domingo, 6 marzo) de diez personas con visitantes de fuera: arroz a banda y fideuà (5 y 5). Llegamos puntuales a la hora anunciada, tras mascletà (a las 15:00). Aunque es un sitio más caro de la media, pensábamos que era garantía de buena paella. Gran decepción. La paella puede estar más o menos salada, más o menos sabrosa, pero lo que no se puede es servirla fría (no tibia, fría!!!). Eso sucede cuando no respetas el protocolo de echar el arroz cuando llegan los clientes. Y cuando se hace así, lo último es retrasarse en atender y tomar nota de entrantes y aperitivos, sin advertir que el plato principal (tanto arroz como fideuà) está ya hecho, esperando y enfriándose. Unos 35 euros por cabeza con 4 menores y sólo dos botellas de vino. No volveremos…

Local ya descrito y que en época turística o buen tiempo se hace agradable de comer a cubierto pero cerca de la playa. Bastante lleno (toda la zona de la ampliación de terraza), quedando la parte interior del comedor vacía.
Servicio de gente ya con trienios en la restauración que cumple bien, rápido servicio sin complicaciones. Carta de vinos clásica pero más de lo esperable en un local de playa y carta de comidas también con suficiente variedad de opciones. Copas, cubertería....de los básicos de la restauración.

Comida para dos con arroz del senyoret ya pactado y que resultó en amplia ración y con correcta elaboración, traído en paella y servido en la mesa.
Previamente habiamos compartido una de pescaditos fritos sabrosos aunque de muy diferentes tamaños, que nos gustó y repetimos ya que no habían tellinas. También unos correctos chipirones con ajitos tiernos.
De postre un crêpe de nata y chocolate para olvidar ya que ni la nata está bien montada ni el chocolate se sirvió caliente y un café irlandés demasiado cargado de alcohol para mi gusto.
La deferencia fueron unas aceitunas en la mesa de entrada. Tomamos un Casta Diva 2011 bien servido de temperatura y con cubitera para mantener. Buena agua Aquarel.

Un precio que es alto pues con correcta/buena (no extraordinaria) cocina de mercado y servicio, el precio pagado es muy alto; salva que el lugar de la playa es muy apetecible. Así solo se quedará el turista extranjero de playa típico y tópico.

Primera visita a este restaurante en la playa de valencia, con muchas ganas de comer una buena paella valenciana, no fue el día, arroz algo pasado, paella sosa y carne de la misma, parecía que era del día anterior, precio por ración 14€. Dudo mucho que vuelva.

Nueva visita a este clásico restaurante en la playa de la malvarrosa.
Las virtudes y defectos siguen siendo los mismos. A su favor: excelente ubicación del local, buenas entradas, arroces más que correctos y un servicio rápido y atento. En su contra: un servicio del vino inexistente, copas muy mejorables y precios desorbitados. Ninguna entrada a menos de 10€: ración normalita de calamares rebozados (14€), sepia plancha (12€), postres sin prácticamente elaboración desde 6€ a 10€, de hecho nos cobraron 30€ por dos platos con unos cuantos trocitos de tartas variadas.
Claro ejemplo de local con ubicación estratégica y cierta fama, que se puede permitir el lujo de subir los precios sin afectar prácticamente a la clientela. De hecho estaba lleno.

Hacía bastante tiempo que no había vuelto. Uno de los clásicos de la Malvarrosa con los pros y contras que habeis comentado. Saturación de mesas con el ruido ambiental que eso supone. A pesar de eso, hay mucha profesionalidad, y el servicio es rápido y no decae. No pude ver la carta de vinos ya que habían escogido previamente un blanco de Vicente Gandía que salió a la temperatura adecuada, aunque sin servicio del vino como tal. Las copas son otro cantar. Ignoro si disponen de otras al pedir el cambio. Buenos entrantes: tellinas, chipirones rebozados y plancha, ensalada valenciana. Paella de marisco (16 euros ración, unas 2700 de las antiguas ptas. qué pasada!) con el arroz en su punto, pero falta de sabor. Teniendo en cuenta la cantidad de gente que había en el salón, supongo que no es para quejarse excesivamente. Unos 40 euros por barba. Han subido los precios, como en todos lados.

Cocina tradicional valenciana en plena playa de la Malvarrosa....a precio de vértigo.
Para mi el mejor de esa zona, pero muy caro.
Desde luego, si no tienes en cuenta el precio, es una interesante opción para llevar a alguien de fuera y que disfrute de un buen arrocito, bien servido, con excelentes vistas y con ese regusto de valencianidad.

Clásico de arroces en la playa para comidas de empresa. Materias primas correctas para una comida sin novedad. Normalito en todo menos en el precio (una pasada para lo que dan). El motivo es que nadie de los presentes paga, todos lo hacen con la tarjeta de la empresa.
Los hay mejores.

Restaurante de cocina tradicional valenciana. Uno de los pocos de la zona de la playa donde se puede degustar una buena paella y unas buenas entradas. Local con clara saturación de mesas y de gente, donde la tranquilidad brilla por su ausencia. Precios altos para lo que ofrecen: esgarraet (14€), dos anchoas (5€), racion de paella (12€). Cría fama y ... sube los precios. Carta de vinos flojita, copas pésimas y servicio enexisitente.
A pesar de las aglomeraciones, el servicio es rápido y amable, aunque con las inevitables equivocaciones.

Comida de negocios. ¡Vamos a hacernos un buen arrocito!. Pinto pinto pinto colorito: ¿en cuál de estos restaurants entramos, si están todos juntos?. A L´Estimat... Y se pide los de siempre, unos entrantes: calamares, esgarraet, clóchinas y un arroz de marisco. El resultado: los calamares duros, el esgarraet saladísimo, las clóchinas, clóchinas y el arroz imperdonable: seco, duro y sin sabor; pululabana por allí algunos trocitos de sepia y unas gambitas peladas, sin duda congelas. Es uno de esos arroces al horno que sirven en paella. En resumen, comimos regular para un menú de diez euros, pero el problema es que quedamos mal con los invitados y nos sacaron 148 € para cuatro. Del vino y el servicio no hace falta hablar, a tono con la comida.