Una vez más nos hemos acercado a Capmany antes de que Toni Sabas inicie la temporada del menú de la trufa (tuber melanosporum) durante la que dada su filosofia es difícil conseguir mesa, no atiende a más de 6 o máximo ocho comensales por servicio.
Nos recibe cordialmente como siempre y nos acomoda en la que en las últimas ocasiones ha sido nuestra mesa, departimos un buen rato antes de decidir los platos que eligiríamos de su cortísima y reducida carta.
A la espera de los platos solicitados nos sirvió dos aperitivos, su clásico humus y un cosomé aprovechando los huesos de la carne de caza cuya temporada ya termina, excelente este último.
Los primero fueron
-Paleta ibérica puro bellota con coca de pan con tomate elaborada por el propio chef.
-Foie a las tres maneras acompañado por tres mermeladas distintas, de vino blanco, rosado y tinto, el foie que con tres distintos tipos de elaboración prepara con mimo el chef y que explica con pasión el proceso de las mismas a la hora del servicio.
Como plato principal
-Carrillera de cerdo ibérico con aligot cocida durante 36 horas a baja temperatura.
-Lomo de ciervo con mermelada de escalibada
Estos últimos dos platos exquisitos y especialmente el lomo de ciervo que cocina como todos los platos de caza conjuntamente con el chef Jean Louis Neichel ya jubilado que se desplaza cada temporada a Capmany con el que mantiene una gran amistad y con el que trabajó en su bi estrellado restaurante de Barcelona.
Excelente pan que amasa y hornea el propio chef.
El cava nature mil-lèsima del cercano celler Oliveda del que siempre que comemos en La Llar aprovechamos para reponer nuestra bodega maridó perfectamente con todos los platos.
No tomamos postres y terminamos con unos buenos cafés que corrieron por cuenta de la casa.
Nos despedimos y quedamos emplazados para una próxima visita.