Comparto como he leido más atrás la opinión de los menus. Las raciones son bastante abundantes. No pedimos vino, pero tampoco el local tenía mucha pinta de disponer de interesantes referencias. Si estas por el Carmen, es un buen lugar para pegar un bocado. La comida está buena y el servicio muy atento. Sejarse recomendar por el camarero respecto el menu diario. Yo me dejé llevar por la opinión de él y la verdad que comimos muy rebien. Por cierto, la merluza con hierbabuena y mermelada de tomate, muy rico.
Me gusta que la cocina se encuentre a la vista del cliente. Un pero importante es que las mesas del final de local, se encuentran junto los aseos, y si las puertas no se cierran bien, se contagia el olor a tuberia. Evitar en lo pobible que os ubiquen en esa zona.

Pues eso un local informal, en donde nada destaca, pero que tampoco pretenden mas.
En general cenamos bien(eramos 8 personas)aunque mis costillas diabla estaban duras y demasiado picantes.
En cuanto al vino poco que decir.

Ambiente sosegado y cómodo en pleno corazón del Carmen. Lugar bullicioso los fines de semana, donde se acusa la elevada densidad de mesas, y algo más tranquilo entre semana.
Cocina de mercado con un punto de modernidad que la hacen divertida, sin nada nuevo, pero bien ejecutada y de calidad media.
En cuanto al servicio del vino hay mucho que mejorar, aunque no creo que sea el objetivo de este restaurante. Copas algo groseras, pero no están mal del todo, carta corta y sin nada nuevo y camareros que dejan la botella y adiós.

Es un restaurante para disfrutar de la compañía, con amiguetes de confianza y en el que al menos, no padeces el maltrato ni de la comida ni del vino. Correcto y con buena RCP

Efectivamente 2 menús, mediodia y dena. El de la cena me parece carísimo. 16 € solo dos primeros.
Establecimiento horrible. No invita a entrar sin embargo es tranquilo.
servicio de vino? Creo que no saben lo que es eso. Ni tan siquiera te muestran la botella, te la dejan y se van.
La comida no está mal pero nada más que aceptable y la crta de vinos deja mucho que desear.
En fin... ya he ido y por supuesto no regresaré. Eso sí. Son amables. Nada más.

Aceptable restaurante en el barrio del Carmen que basa su oferta en un par de menús, uno a mediodía a 10€ y otro de noche a 16€ este último sin postre, ni bebidas.
El local es de ambiente desenfadado, servilletas de papel y mantel de tela.
En el menú de noche la oferta es variada y puedes elegir entre 10 primeros y 10 segundos. En general los platos son correctos, sin demasiadas florituras y las raciones son abundantes. Tiene también una carta de postres caseros en el que destacaría el helado de queso cabrales con sopa de manzana.
Reducida carta de vinos y copas Schott. El servicio del vino se limita a dejar la botella en la mesa y punto. Pedimos un Prado del Rey Roble 2003 que estaba a la temperatura correcta. El servicio en general es amable.
Buena relación precio-cocina, adecuado para salidas con amiguetes.