Local espectacular, agradable a la vista pero no tanto a las posaderas.Las

Local espectacular, agradable a la vista pero no tanto a las posaderas.Las sillas no me gustaron en absoluto, mucho diseño pero no deja de ser un PVC duro y frío. Aunque las mantelerías intentan imitar los capotes en grana y oro, para mi gusto demasiado cortas, y donde se ponga el blanco involuto........

Cristalería corriente (Bormioli) y cubertería y vajilla idem.

Servicio en sala fluido y profesional, pero un poco frió y distante al igual que el soporte para las cartas. El servicio del vino lo puntuo con un cinco, por que no tome.

Carta extensa y liosa, fruto de las combinaciones entre si de los productos, ya sea en forma de guarnición, o como producto principal. Cocina bastante tradicional sin elementos novedosos y sin arriesgar en producto, que para nada cuadra con el diseño del local. mucha cazuela de barro y poca arquitectura del plato. El Bacalao de una calidad alta, servido en cazoleta de barro con pisto, aunque el punto de cocción era el idóneo, no me aporto nada. Precios bastante subidos, teniendo en cuenta la escasez de las raciones, calidad media del producto, innovaciones técnicas, y puesta en escena.