Local moderno, luminoso, algo ruidoso, motivos taurinos (esos manteles

Local moderno, luminoso, algo ruidoso, motivos taurinos (esos manteles grana y oro). Las sillas no me parecieron tan incómodas. Barra para tomar una caña mientras esperas y bodega acristalada. A pesar de ser sábado noche bien atendidos y ritmo correcto de los platos. Carta con referencias más que suficientes. Tomamos L’Angelet y Enrique Mendoza cabernet 2003. Servicio del vino indistinto dependiendo del camarero. Copas schott aunque con el cambio en el segundo vino vinieron calientes del lavavajillas. Atención amable aunque algo apresurada. Para cenar de tapeo, tienen de toda la vida (puntilla rebozada, calamar playa con cebolla caramelizada, bombetas), algunas de creación, unas mejor resueltas que otras (ravioli de txangurro, canelón de berejena relleno de confit de pato, lasaña de samfaina) y buenas cazuelas (habitas baby con embutido, huevo, patas y jamón ibérico). Aseos modernos y limpios. Tienen un reservado. 40 euros pax, invitaron a los cafés. Recomendable.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar