Atención, sigue creciendo

He de reconocer que soy un enamorado de este local, tanto por la comida como por el servicio del vino y la atención. Así que sirva de advertencia que el comentario no va a ser del todo objetivo.
Tras varias visitas a La Principal recomendaría el steak tartar, las croquetas (en cualquiera de sus dos variedades), la brandada de bacalao y la ensalada de vieiras como platos indispensables en una cena "al centro".
Tampoco desmerecen los revueltos (especialmente el de setas y foie) ni las ensaladas de tomate raff o las carnes, pero donde realmente se puede comprobar el buen hacer de los cocineros al "estrujar" la carta es en los pescados (la dorada a la sal se está convirtiendo en distintivo de la casa por su abrumadora presencia) y los arroces (mejor al mediodía).
El responsable del local, Miguel, trabaja como nadie el servicio del pescado, y vela escrupulosamente contra la acumulación de platos en la mesa. Amén de su técnica y espectáculo al servir los postres. A mi juicio, el helado de queso con fresas de Canals no tiene rival, siempre que el mercado lo permita.
El servicio del vino tampoco puede ser objeto de quejas, al menos en la decena de veces que he visitado este sitio, pues nunca he tenido que lamentar ninguna contrariedad y siempre he recibido buen asesoramiento, incluso con referencias que se encontraban fuera de carta y que suponían una novedad en la casa.

Es cierto que las mesas están quizá demasiado juntas, pero tampoco resulta molesto. Y en este sentido he de apuntar que en las próximas semanas está prevista una considerable ampliación del local.

Ningún otro restaurante del la zona ofrece una carta de vinos tan completa (quizá La Malquerida) si se tienen en cuenta los cavas y vinos dulces.

Mención especial merece la dedicación de Miguel a las ginebras. Si bien es cierto que en los últimos meses algunos locales de Valencia han incluido botellas de importación a su oferta, también lo es que en ningún otro se encuentra tanta variedad de tónicas ni un servicio tan esmerado.

Aunque parezca una tontería, el hielo resiste sin inmutarse a la más larga de las sobremesas gracias al "doble congelado" de la casa. Y por ocho euros no se encuentran gin-tonics mejor preparados ni mejor argumentados, pues a cada vaso le suele acompañar su atrezzo e historia.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar