Empezaré diciendo que este local, que es ya un clásico de Tarragona, me decepcionó muchisimo. No se si es que tenian un mal dia, o simplemente es que es asi, aunque cuando tiene tanta clientela y es del gusto de mucha gente, supongo que es que tenian un mal dia, porque no puede haber tanta gente con tan mal gusto.

Pedimos tres platos:
Tabla de quesos. (ninguno valia la pena)
Atun crudo marinado en soja y con verduras picaditas muy finas, el cual no se podia comer de salado que estaba, hasta el punto que el camarero nos lo cambio por otro, que estaba algo mejor, pero dejaba mucho que desar también.
Pedimos huevos al nido. Tanto las patatas, como el huevos estaban muy sosos.
Para terminar, un coulan, tampoco valia la pena.
Muy mal, lo siento.

Bar restaurante ubicado en una plaza del casco antiguo de Tarragona y que basa su oferta en tapas y aperitivos.
No recomiendo acceder al restaurante en vehículo. Una vez que entras, es complicado por no decir imposible salir, por lo que se recomienda ir andando.
Respecto a la comida, nosotros optamos por un menú que incluía una copa de cava, un primer plato, segundo plato y postre, además de la bebida (también copa de vino) a 15,80€ y que sobre el papel pintaba bien. El cava servido en una copa que no era la más adecuada, pero que resultaba curiosa. La comida correcta, todo estaba bueno, destacando el carpaccion de ternera.
También dispone de una amplia variedad de vinos por copas a precios razonables. Buenas copas Riedel.

La nueva dirección de Tòful tiene buenas ideas que está poniendo en práctica para darle más ritmo al local, que como comentaba Nacho es el de toda la vida. Siguen haciendo desayunos de cuchara, hay días que dedican a la Paella, Cursos de cata en una sala anexa al comedor principal, entre otras. Disponen de una carta con buenos precios y grandes raciones y se trata de cocina muy casera. Puedes ir de vinos y probar algunas delicias que pintan bastante bien.

Hoy nos hemos decantado por probar el menu de mediodía a ver qué tal (9,85 €). Unos Huevos con tomate con jamón y una Berenjena rellena de cebolla y huevo que le faltaba un golpe de microondas porque estaba templada tirando a fría; Costillas de cordero con patatas fritas. Dos cervezas, un botellín de agua, cafés y dos chupitos de hierbas. El local dispone de hilo musical y de la terraza que, haciendo referencia al comentario anterior, no tiene desperdicio ahora que ya empieza a asomar el sol.

Podemos calificarlo de Bar-Restaurante, situado en plena Part Alta de Tarragona, junto a la preciosa Plaza del Fórum y a muy pocos metros de la Catedral. Desde hace muchos años es el sitio más famoso de la ciudad para "desayunos de cuchara" (callos, llonganiça amb mongetes,...) y, aunque tiene carta, su fuerte son las raciones: contundentes, abundantes y bien de precio: patatas bravas, calamares, revuelto de baldana (butifarra blanca y negra), patatas bravas, pescaíto frito, revueltos de setas, gambas y salmón, albóndigas con sepia,...Como podéis ver para estómagos delicados no es. Todo estaba sabroso. El menaje es de batalla, el servicio profesional y rápido, a pesar de que cuando está a tope se ve un poco superado. Si hace buen tiempo su terraza es un lugar muy, muy bueno. Cuidado con los horarios, pues me parece que cierra a las 23 las mayoría de los días.