Restaurante Bar La Sal en Zamora
Restaurante Bar La Sal
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
21,60 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
21 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
7.2
Precio medio entorno ENTORNO
5.4
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
caña zamorana
pan mantequilla
vino
barra
entrada
calle
Opiniones de Bar La Sal
OPINIONES
9

En el top ten (incluso top three) de los bares de tapas de la bonita ciudad de Zamora y en pleno problema del bicho hay un cambio de planteamiento con la inversión en un local vecino (casi enfrente) para duplicar las opciones y pasar a tener un sitio de tapas y otro de raciones para comer y cenar casi a petición popular de la clientela (sobre todo la llegada de gente de fuera y la de los cuarentones para arriba que necesitan silla para apoyar la columna y algo más). Ahí nos quedamos porque el otro está en obras inconclusas. Menos mal que había reserva previa (días ha) porque estaba lleno no, lo siguiente de lo siguiente; tanto es así que hubo que esperar en la calle y pasear hasta que se hiciera la hora (y un poquito más). Una calle muy muy estrecha pero muy pero que muy rentabilizada de locales de tapeo.

Hay que aprovechar el tiempo y se hace recomendable volver pasos atrás hasta la tienda de mis souvenirs preferidos, sita en la calle peatonal por donde va todo el mundo y que viene desde el castillo y catedral (no olvidar asomarse a los miradores) y justo donde empieza la plaza Mayor (no la que está ya esquina a la calle Herreros). Allí hay comprar quesos y vinos (incluso Teso de la Monja) y si aún sois más débiles también chacinas. Dan buenos consejos.

El local Lasal o La Sal, pues ambas formas tiene en sus imágenes, es pequeño con una amplia barra continuada por la cocina en un lado y al otro las mesas no muy anchas y funcionamiento tipo mesón, así como también la mayoría de vajilla, cubiertos, copas, cambio de platos, etc. Es asombrosa la capacidad de trabajo y eficacia del personal de la sala que rentabiliza las mesas; tampoco queda a la zaga el de cocina porque más rápido no puede salir la comanda hasta el punto de que la mesa se queda rápidamente pequeña si eres muy de probar platos.

Hay carta de vinos muy por encima de este tipo de lugares en variedad y con precios adecuados. Pedimos lo más raro creyendo incluso que no habría, pero tuvimos suerte con la última botella de Tokaji Dry Chàteau Dereszla 2016 (16€), muy bien de temperatura, dado a catar y autoservicio. También una de agua grande. 

En la parte de raciones que son todas para compartir por su tamaño y que cumplió cada una para los cuatro comensales, hay bastante variedad; viene impresa en papel (que te puedes y debes llevar a casa por medidas higiénicas de pandemia) y repartida en "jamón, chorizo y quesos" todos ellos con su denominación de orígen; "platos fríos" siendo imprescindibles las anchoas; "verduras" que incluye ensalada pero también verduras calientes; "platos de caliente" con importante presencia de legumbres y con elaboraciones de cocina muy casera; "carne" con ternera y cerdo; "pescado" con lubina y bacalao; "postres" con hasta 5 opciones.

 Cuatro para cenar en plan de raciones al centro y probar más cosas, que fueron ni más ni menos que:

. pan tostado y mantequilla: pagado aparte, como en casi todos los sitios. Al menos aquí lo tienes que pedir de la carta y el pan pero sobre todo la mantequilla salada merecen la pena.

. anchoas Sanfilippo bocatto: plato imprescindible. Perfectas, buen tamaño. Para repetir si no fuera porque hay más opciones apetecibles.

. ensalada de bonito escabechado pimientos asados y cecina: muy bien el bonito y más que correctos el resto de ingredientes y aliño.

. croquetas de rabo de ternera: sin mentiras de rabo de toro. Bien rebozado y fritura, melosas por dentro y con bastante sabor.

. verduras crujientes con salsa romescu y jamón de bellota "Montellano": buenos ingredientes y la salsa hace de elemento de unión. Servido en cazuela muy estéticamente, con verduras al dente. Una salida del clasicismo esperado y que es un acierto.

. taco meloso de oreja de cerdo: sorprende el plato con un buen guiso, buena textura y sabor. Cumpliría bien como un plato principal.

. postre: aunque la verdad es que tras la comida en Sanabria, la cena se planteaba de tapas pero no llegábamos al postre en las condiciones que las opciones merecían, quedándose en el tintero una tarta de queso de pata de mulo de Pago Los Vivales que nos hará volver en otra ocasión porque también se quedaron esos garbanzos con boletus, los quesos y hasta la que dicen que hay que probar siempre: la tapa de ensaladilla rusa. Aun así no hay que irse sin probar las Cañas Zamoranas, a modo de canutillos de crema gallegos; nosotros nos conformamos con una caña por persona.

Un sitio al que ir a tapear o a comer. Quizás el servicio del vino no sea de notable, pero sí la variedad de la carta el saber que solo les quedaba una botella en un lugar donde se gasta mucho vino por copas, merecen que el tema sea más que un aprobado básico. Merece la pena volver por la comida y por el vino.

  • caña zamorana

    caña zamorana

  • pan mantequilla

    pan mantequilla

  • vino

    vino

  • barra

    barra

  • entrada

    entrada

  • calle

    calle

He vuelto a este local en alguna otra ocasión, en medio entre el anterior comentario y este.
Sábado noche, un grupo nos hemos decidido por tapear en Zamora.
Local ya definido que casi siempre se encuentra “al completo”. En esta ocasión decidimos que la visita coincida sobre las 23 horas, para que la afluencia de tapeo, se encuentre bajando.
Se nota que el vino se trata con mucho mimo en este local (creo que su responsable, fue nariz de oro hace un tiempo) y esta vez aprecié unos cartelones grandes, donde se hacia promoción de vinos, con predomino de la zona e incluso con finos, que no seria noticia, si no hubiese un capitulo de 5 vinos, que acaban de salir al mercado o están a punto.
Pedimos un surtido de quesos, en concreto de 4 tipos, todos excelentes, ración generosa y bien presentada.
De beber Valbusenda 2008, servido en una magnificas copas.
En conjunto, lugar a tener en cuenta en las visitas a Zamora, sobre todo si se quieren tomar con las tapas, vinos “especiales” de la zona.

Siempre crei que se llamaba La Sal y en esta ultima visita me dado cuenta que en el cartel exterior pone Lasal todo seguido.

Tal como esta descrito en los comentarios anteriores, local pequeñito pero agradable, en la calle Herreros, con distintas opciones de “pinchar” o tapear, tanto por tipo de comida como de nivel.

Con la dificultad de ser un sábado de puente y ser nosotros 13 personas ( dos factores que reconozco dificultan la atención), la sensación que saque fue muy agradable.

Buen servicio de vino, con unas copas acordes y ente caso nos decantamos por un Prima.

En cuanto al comer, destaco un canapé de pulpo y una tapa de Jamón, jamón.. con foie, de quitarse el sobrero.

Volveré, volveré.

El sitio, la verdad es que esta en pleno centro de zamora, donde te puedes encontrar bares de copas, de pinchos y..... de mala muerte, pero este no es el caso, aunque el pasar por la zona a ciertas horas te corta.
El bar es pequeñito, pero muy coqueto, tiena buena seleccion de vinos por copas y botellas, y muy buenas tapas, aunque algo escasas de variedad.

Es un bar pequeño en la "famosa" calle Los Herreros de Zamora. Pasas por delante y ves un bar pequeño pero que esta de "bote en bote" y dices: "aqui tiene que haber cosa buena" dicho y hecho. Pedimos una seleccion de ocho canapes, todos buenisimos, hechos al momento (no como dice Versus) y rematados con un aceite de oliva impresionante (Castillo de Canena Picual) Nueve tintos por copas, que segun nos conto Ruben los van rotando cada semana, tres blancos, dos rosados y lo mejor CHAMPAGNE (esta semana tocaba Billecart-Salmon Brut Reserve) Si lo prefieres puedes elegir una botella entre las 180 referencias que tiene este bar tan pequeñito. El trato fantastico, el ambiente genial y si te gustan las conservas, es tu sitio (Los Peperetes, Don Bocarte, Ramon Franco, La Catedral de Navarra...) Si pasais por Zamora es una visita indispensable.

Pues que queréis que os diga. Un bar de lo más incómodo que he visto, en un lugar que si andas un poco tarde por allí te pueden hacer de todo. Y dentro bueno, pues poca limpieza, mucho desorden y lo que pretende hacer el dueño es engatusarte con lo que el quiere vender. Yo lo encuentro carísimo para lo que allí se ofrece. Y las tapas si, mucho colorido pero hechas desde hace un porrón de tiempo, el canapé que yo probé tenía el pan caído de la empapadura de aceite que ya llevaba.

De lo mejor de Zamora. Tomamos vino de Toro y unas tapas fantásticas. Volveremos siempre que podamos ir a Zamora. Y su dueño, buena gente. Visita obligada.
Salvador Porqueras

De acuerdo con Alvaro.

El lugar es un simple bar pequeño y alargado, pero Rubén demuestra saber hacer en las tapas creativas que ofrece y tiene una gama importante de Toros por copas. Imprescindible el Corral de Campanas de este año.

Pequeño local en la zona de tapeo de Zamora, con un excelente servicio de vinos por copas (Champán Pierre Jouet a 8 euros) y perfecta cristalería. Tiene unas tapas frías en su mayoría que hacen del local en su conjunto un sitio muy acogedor, excelente, y que te hace sentir como en casa. Sin duda alguna conviene visitar.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar