Local pequeño, decorado con modernidad bienentendida, nada ostentoso y

Local pequeño, decorado con modernidad bienentendida, nada ostentoso y buen gusto. el "bueno" es por el tamaño del local y distribucion rectangular, entiendo que para un "muy bueno" necesitan algunos m2 mas.
la comida es excelente. el tratamiento de los platos frecuentes es bueno, mucho mas que correcto, cocinados con mucha gracia, pero los platos mas atrevidos, donde la cocinera se "suelta el pelo" estan de vicio, sencillamente geniales (dios!! que carpaccio de gambas con maiz tostado o que canalones crujientes!!)....y a un precio MUY razonable. el "muy bueno" queda fuera por la dimension de la carta y por los platos que yo he llamado (con cariño) "habituales", en cuanto se atrevan a montar toda una carta creativa....ufff preparemonos a disfrutar.
el vino...carta ajustada y razonable a precios muy competitivos. felicitarles por no haber caido, como algun otro local de la zona en cobrar un "servicio de vino" y no pasar de mal-abrir, mal-servir y penalizar la cantidad de degustadores del mismo.
en Baravins el dueño nos dara toda la cancha que deseemos. no nos sentiremos embardurnados con mil opiniones ni mil variedades que a veces mas que ilustrar buscan evidenciar la escasedad de conocimientos que tienen (o tenemos, porque no decirlo) los clientes. nos va a acompañar y a medida que mostremos nuestros intereses gozaremos de unos conocimientos bajados al nivel que deseemos...sublime.
en resumen, un lugar ideal para