Restaurante El Cierzo en Valencia
Restaurante El Cierzo
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
27,25 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes noche, Domingo noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
34 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
6.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de El Cierzo
OPINIONES
29

Local ya descrito y sin cambios. Mantiene su carta de comidas con algún cambio actualizado. Su carta de vinos se mantiene con algunos fallos que como no podía ser de otra forma, y acertamos dos en blancos. Alguna opción de fuera de carta interesante en champagnes. Comedor a medio gas.

Los cuatro habituales del encuentro periódico, también esta vez para comer aunque declinamos la opción de arroces.
Nos sentamos con agua con gas y una cerveza más las papas caseras fritas cubiertas con algo de jamón, emblema de la casa. El pan de aceite está peligroso pues crea adicción.
Cayeron un par de Cabreiroas grandes.

Entrantes:
. croquetas de pulpo y gambas: buen tamaño, mucha materia prima y poca bechamel; muy bien de sabor y de fritura.
. cocochas de bacalao a la brasa con salsa del piquillo y pimientos de Padrón: bien de sabor, buena textura, buen punto de sal
. calamar plancha (troceado en mesa) con cebolla caramelizada y mahonesa de perejil: tierno, bien de plancha, bien condimentado.
. pimiento del piquillo con perdiz escabechada: buen contraste de sabores, muy ligero el escabeche.
Acompañamos con un blanco: Quinta Apolonia 2014, un verdejo siempre interesante, bien servido en buenas copas y bien atemperado.

Principales:
. bacalao confitado en pil pil de caviar: buen lomo de bacalao bien desalado, cocinado a baja temperatura con pil pil de aceite de arbequina, con huevas de arenque y trucha
. atún del Atlántico; tronco de atun cortado en gruesas láminas y hechas a la barbacoa lentamente para sellar los laterales, manteniendo el centro casi crudo, con reducción de naranja y piñones al ajo frito e hinojo
. merluza de pincho en costra: dos raciones de un tronco de merluza desespinada y horneada con una base de cebolla caramelizada, costra aromatizada, tomate al horno y crema de gremolata
Todos ellos en buen nivel aunque la merluza (y no el bacalao) con un punto de sal alto al que parece arrastrar las especias.
Acompañamos con un champagne fuera de carta: Perrier-Joute blason rosé muy agradable.

Postres (que acabamos compartiendo):
. dos de fruta del tiempo: mango y cerezas servidas troceadas en vaso tipo copa
. canutillo de horchata: clásico postre de la casa con un canutillo muy crujiente y un relleno del mismo de horchata granizada. Entre dulce y refrescante.

Unos cafés finales y unos chocolatitos para rematar el champagne y acabar de ponernos al dia desde el último encuentro en el mismo local y en la misma mesa, que parece que fue ayer y hace más de 4 meses.
Esta vez no tomamos el ofrecido espumante de Marina, otro emblema de la casa, por cuestiones horarias.
A la próxima.

Restaurante de cierto nivel que sorprende a los vecinos de la zona (entre los que me encuentro). Por su cercanía, por el último comentario de Verema y porque hacia muchos años que no había estado, decidí volver con mi familia. Elegimos menú "loco por el arroz" (25,50€/pax). A elegir 3 entrantes. Tarea algo difícil por su uso excesivo (para mi gusto) de los ahumados en varios de ellos. Después elegimos arroz con chopitos, sepia y mejillones. En su punto aunque quizá algo subido de sabor (si hay que ponerle un pero). Cazuela al centro de la mesa de la que se puede repetir varias veces. Generosos no sólo con el arroz. De postre elegimos cremoso de limón, piña natural y helado de cítricos muy bueno y refrescante. Todo ello en un local amplio y elegante. Las personas que nos atendieron fueron my amables y estuvieron muy pendientes. Para repetir, la verdad

Un lugar todo terreno, donde tienes opción de arroces interesantes, buena carne y buen pescado, con entrantes interesantes y diferentes postres y helados.
La carta de vinos tiene bastante referencias como para poder elegir alguno novedoso con más presencia de vinos clásicos.
Poca gente en la sala que en estos dias falleros parece quedarse más por los locales céntricos de menú rápido que buscar sitios donde comer bien.

Cuatro para comer. Las papas caseras con "tapa" de jamón sobre ellas son un clásico de la casa que acorta la espera. Un agua con gas y una cerveza para los dos madrugadores y pasamos al vino en la confianza de dos botellas. Empezamos por un clásico que hacia tiempo que no probabamos: Pazo de Barrantes 2012 muy en s punto de maduro. Lo siguiente ha sido un cava Recaredo Gran Reserva brut natura (después e acertar el que fallaba de la carta).
Tres de agua sin gas y otra con gas (Magma de cabreiroa, pero sin botella opaca). Un par de cafés muy buenos y por cortesia de la casa a los que habiamos terminado el cava, un copa de cava Palau Solá y unas chocolatinas.

Para comer y compartidos:
. calamar plancha: tamaño medio, buena textura; acompaña y bien cebolla caramelizada y mahonesa de perejil.
. cocochas de bacalao rebozadas y fritas con salsa de pimiento de piquillo y acompañadas de pimientos de Padrón: curiosa forma de tomarlas, con buen sabor, las gotas de salsa acompañan bien pero los pimientos quitan elegancia al plato y parecen más propias de carnes; quizás unos espárragos seráin más adecuados (a mi gusto).
. alcachofas (corazones) con setas y trufa blanca: poca trufa presente, bien las alcachofas y las setas algo faltas de sabor.
. mollejas a la brasa: buenas, sabrosas, con ración acortada sobre otras ocasiones.

Principal:
. arroz para tres, de rape, calamar, cigalas y almejas: buen fondo, algo subido de sal para algunos, buenos tropezones de cantidad y calidad.

Postres; tres para compartir:
. canelón crujiente de merengada con salsa de café y teja de chocolate blanco a la pimienta rosa: un clásico de la casa; siempre bueno.
. helado de chocolate gran cru y fresones naturales: un acierto; fresa y chocolate siempre combinan bien, pero gran calidad en este chocolate y los fresones en su momento de madurez.
. tiramisú con café y amaretto: bien pero queda algo ligero para los amantes del tiramisú casero.

Gran amabilidad y profesionalidad en la sala y un cordial saludo del chef, son un plus que siempre gusta. Ellos lo logran con sencillez y calidez.

Lugar recomendable.

Temporada de comidas familiares y de trabajo. Local lleno. Equipo de casa al completo y se nota. También nosotros somos los mismos y habituales, invitación incluida. La vida son ciclos que se repiten.

Entrada con las papas de casa con loncha de jamón. Agua sin gas. El llegar pronto me permite disfrutar de un palomino fino de Tio Pepe.
El resto prefiere pasar al vino y acertamos la falta de la carta en blancos. Un blanco de Rioja, Nivarius 2013 mayoritariamente de tempranillo blanco. Para el arroz un Trus crianza 2012 un vino de finca en Ribera.
Servicio del vino perfecto en copas, continuo llenado de las copas, sin apretar.

Al centro los entrantes:
. setas y mejillones: un mar y montaña en el que uno 1+1 no son dos ya que se quedan en cada uno por su lado.
. mollejas de ternera con cebolla caramelizada: a recomendación de la casa; buenas piezas, bien hechas. Acierto.
. plato de jamón de jabugo: lonchas de muy buen jamon, extendidas milimetricamente sobre el plato para ocupar la maxima superficie. Buen jamon, algún exceso de grasa (pero sabrosa).

Dos arroces diferentes (total 4 raciones) para compartir al centro y servidos en cazuelas individuales: detrás de uno, el otro, sacados a la vez ¿?:
. de bacalao, alcachofas y ajos tiernos: buen punto de fondo, de sal, de cantidad de bacalao, incluso tropezones grandes. Muy bien.
. de foie y pato: profundo, intenso, buen punto; tan bueno que se queda corto de ración.

Postres:
. canelon crujiente de naranja relleno de merengada, salsa de café y teja: muy recomendable.
. helado de café expreso y nata fresca del valle del Ulzama
. tarta de queso Idiazabal: muy intenso de queso, queda lejos de postre.

Acompañan por cortesía de la casa, del Marina espumante.
Tres cafés.
Visita del chef a todas las mesas después de jornada agotadora. Se agradece la atención.

Repetición de la jugada pasada. Mismos comensales y misma invitación. Inmediatamente nos advierten que esta vez no se cargará de sal el arroz. Asombroso.

Arrancamos con las papas con la tapa de loncha de jamón encima al centro, clásica de la casa. Agua Cabreiroa sin gas y una novedosa Magma con gas. Nos reservamos para el vino, pensando en llegar a dos botellas. Local a más de 2/3 aunque nos advierten que no es habitual. Y además la "jefa" (también de la sala) anda por las américas. Aun así la cadencia de platos fue correcta. El servicio de vino y los consejos en comida y vino por parte del chef frecuentes y acertados. Pan recien horneado y aceite Artajo Albador de agradable frutado.

En vino seguimos consejo en blancos y nos vamos a Altos de Torona un coupage con predominio de albariño que resultó bueno y duró hasta casi el final de la comida. Tan solo rematar con media de tinto, también a su consejo, Kame 2009, VT Castilla con coupage bastante acertado, con buena relacion precio/calidad.

Entrantes:
. gazpacho de sandía: suave, amplia ración, bien presentado, sabroso, de los que no repiten (sin ajo y sin pepino?). Bien para el verano.
. pimiento de piquillo relleno de perdiz y foie: muy bueno, contundente.
. tomate del Perelló y ventresca: una buena ventresca pero con un tomate que necesitaba un mes más en la mata, sin sabor, tirante.
. tapa mudéjar: con la tapa de la carne de vaca (importante plato en la carta), picada y envuelta como un rollito de primavera y adobado con especias al gusto, interesante planteamiento que precisa de añadir algo a la carne picada que la haga jugosa pues ahora está seca; si no fuera medéjar, algo de carne de cerdo o bacon, lo mejoraría.
. carpaccio de salmón: buen salmón muy muy fino, buenas especias y buen aceite.
. arroz para dos (teóricos), pero había casi para los cuatro. Elegimos foie con setas. abundante foie a la plancha sobre un arroz con buen fondo de carne, muchas setas variadas como tropezones. Hubo quien le hubiera puesto algo más de sal. ¡¡Qué difícil es el punto de sal bueno para todos!!

Postres: Tras recordarnos que nos gustó el canelón crujiente, nos recomienda el postre más reciente en este verano: hecho de horchata. Pues dos a compartir. Aquí sí que coincidimos todos que como valencianos, nos gusta que sepa a horchata de forma intensa y se quedó corto de intensidad.
El Marina espumante característico de la casa, como copa por cortesía, para el postre, no podía faltar.

Muy destacable las ganas de seguir renovando oferta de platos y vinos, y no quedarse en solo producto de arroz y carne, que ya es bueno, sino de tener inquietudes.

Comida familiar al mediodia de domingo. Solicitamos el cambio del menu de noche al mediodia por no querer tomar arroces de principal.
Precio de 25,50 euros bebida aparte.
Buena presentacion en todos los platos que tomamos, buen servicio de mesa sin esperas largas entre platos y tiempos de servicio muy correctos.
No quiero detallar los platos que tomamos ya que estan en la web del restaurante, pero si añadir que a todos nos gusto, siendo un grupo heterogeneo con adolescentes caprichositos, etc.
Detalle al final de un limoncello, que no lo esperabamos y tambien estaba bueno.
Carta de vinos correcta a mi parecer, no muy larga pero a buenos precios.
Repetiremos dentro de un tiempo.

Pues unos meses después se nota el rodaje en la sala y ahora sí funciona bien, con elegancia y más experiencia.
Cuatro para comer. Las papas con la tapa de loncha de jamón encima al centro. Agua Cabreiroa, y vermut y cerveza de aperitivo mientras elegimos vinos y comida. En vinos comenzamos con Quinta Apolonia 2013 que cada vez está mejor. Sabíamos que no sería suficiente vino para la comida y dejamos para el arroz un tinto poderoso una garnacha de Contino reserva 2009, y es que aquí los arroces tienen más cuerpo que la tinta de Toro. Buen pan y un fácil de tomar aceite Albador.

En la carta hay muchas opciones de arroces, pero cada día hay algunas opciones sí y otras no. Si se conoce el deseado creo que sería bueno tratar de encargarlo

Al centro:
. ensalada castellana: un poco de todo, cerdear, queso de cabra plancha, pasas, pero sobre todo perdiz en suave escabeche. Muy buena.
. alcachofa rellena de jamón, trufa y queso horneado. De nuevo muchos ingredientes pero formando un conjunto muy agradable en boca.
. jamón ibérico: muy buen jamón, bien cortado, muy sabroso.

De principales. dos de cada:
. arroz con calamar, gamba y pulpo: servido en cazuela que aguanta bien temperatura, buen punto de cocción, cantidad de tropezones (especialmente pulpo), pero excesivamente salado. Ante la vista de los platos nos preguntan y al decirlo, se retira a cocina y nos hacen un nuevo arroz mientras comemos el otro previsto. Aceptamos gustosos.
. arroz de setas y foie a la plancha: también servido en cazuela, con buen punto de cocción, foie en cantidad y tamaño suficiente para "masticar", buena cantidad de setas (lástima que no estemos en temporada de rebollones). Ahora nos alegramos de la elección del vino.
. revival de arroz con calamar, gamba y pulpo: ahora sí está bien de punto de sal, bien de cocción pero ya nos pilla sin hambre. Nos anuncia el chef que la causa es por querer hacerlo mejor, había añadido un extra de 250 c.c. de caldo de cocción de pulpo que llevaba su sal extra. Gran capacidad de reacción que dice mucho del local.

Postres:
. fruta: tipo macedonia, servido en copa. Pobre presentación.
. tiramisú: bueno sin más.
. canelón crujiente de merengada: es un canelon crujiente hecho con naranja y relleno de merengada y salsa de café con teja de chocolate blanco a la pimienta rosa. Acierto pleno.
. piña de Costa Rica y mango natural: bien preparado
Se acompañan por cortesía de la casa de Marina espumante y un cava Palau Sola.

El local precisa de mejorar un poco el tema de iluminación porque en la misma mesa hay quien está con luz para estudiar todo el día y quien come con menos luz de la deseable. Manteles, copas, cambio de platos y cubiertos muy bien. Servicio del vino continuado, sin presión. Ritmo de platos muy bien.
Fuí invitado.

De nuevo la misma situación vivida hace unos meses, comida para 4 a medio día. No está Natalia y la sala se resiente pues con comedor a menos de medio gas y con dos personas para el mismo a pesar de su esfuerzo y voluntad no consiguen tener controlados los tiempos y el servicio: más retrasos y no anticiparse a las faltas (agua, vino, pan) o tardar en reponerlas, forma de retirar platos.. La decoración, cambios de platos y cubiertos, etc sigue muy bien.
Por contra la cocina, producto y precios se mantienen en niveles más que bien. Incluso con detalle de salir a la sala a interesarse por la aceptación de los platos. Aquí no parece que haya habido cambios, afortunadamente.

La carta de comidas es muy sugerente incluso en su formato y sin duda muy recomendables sus arroces y carnes, así como algunos de sus entrantes, marca de identidad de la casa. Tiene un menú ejecutivo de 19.50€ con dos entrantes interesantes y un arroz (para dos personas) contundente: con ternasco de Aragón y un toque de morcilla de Burgos, más postre, una bebida y café.

Entramos con agua con gas individual y sin gas (botellas grandes y correctas) para todos, con unas papas (patatas) fritas gordas caseras y una loncha de jamón encima (marca de la casa). Puesto que se espera tomar dos botellas de vino, arrancamos con un Enate fermentado en barrica 2011 chardonnay, aún muy explosivo y que debe mejorar en meses de reposo en botella. Después para los principales un San Roman 2010, un vino que cada vez está entregado más en su momento y con una elaboración cada vez más estable.

Entrantes a compartir:
. cecina de Leon: muy buena, no curada en exceso, algo jugosa y bien de sabor; buena ración
. anchoas (6): tamaño medio/alto, buen sabor
. alcachofas (grande a modo de champiñón, cortada por la mitad) con trufa blanca y crujiente de jamón: buen sabor
. tartar de atún con aguacate: muy bueno y sabroso; buena ración.

Para segundos:
. bacalao confitado al pill pill: regular pill pill y pescado sin destacar
. arroz (para dos) de bacalao, alcachofas y ajos tiernos: extraordinario de sabor y punto de cocción, muy bien las alcachofas partidas en dos con parte del rabo y normalita la calidad del bacalao.
. cochinillo deshuesado y al horno con salsa de naranja: un gran plato buena presentación, un cochinillo más que crujiente para disfrutar al máximo; lamentables las patatas panaderas que lo acompañaban en exceso cocidas, secas y sin aliño suficiente.

Para los postres, dos de cada:
. canelón crujiente de merengada: canelón de naranja, crujiente, relleno de merengada y con salsa de café y una teja de chocolate blanco a la pimienta rosa: muy bueno aunque acaba saturando de dulce
. piña de Costa Rica y mango natural cortados finitos y puestos como una macedonia en esbelta copa de cristal.
Se quedaron para otra ocasión el coulant, tiramisú, tarta de Idiazabal..

. cafés y un a copa de espumoso por cortesía ( y marca) de la casa, un Marina espumante dulcito y espumoso que nos dieron a repetir y que ayudará a hacer la digestión.

Desconozco precio final porque no pagaba yo, pero sirva de ejemplo que los arroces están sobre 15€ salvo el de bogavante (24€) y el de pichón (23€) y los postres 5-6€.

Cena para 4 en local ya descrito y redescrito, con poca gente un martes y una atención muy personalizada por parte de Natalia en un punto perfecto de profesionalidad y cercanía. Buenos consejos y gran servicio incluido el del vino, siempre pendiente.

Llegadas en diferentes momentos nos permite a los más madrugadores ir empezando con unas buenas patatas fritas caseras, grandes y con una fina loncha de jamón por encima que acompañamos de una Marzen con su punto de tostado muy agradable. Un pan en bollitos redondos cortados y recien hechos con aceite de pecado (no de pescado) irresistible aunque un pequeño plato para depositar el plan sin necesidad de dejarlo en la mesa, vendría bien; y agua Cabreiroa grande acompañaron durante toda la cena.

Para beber supusimos bien al pensar que llegabamos a las dos botellas teniendo en cuenta que arrancabamos desde el aperitivo y tomamos Impromtu 2012 algo menos frio de lo deseable al inicio pero nos permitió una mejor fase olfativa. Para el segundo plato elegimos 200 Monges Reserva 2006.

Al centro unas entradas: cecina de Leon, gran calidad, incluso a quien no le gusta mucho la cecina, le agradó.
Pulpo a la barbacoa. Sorprendió la textura muy blanda del mismo aunque su sabor era bueno. No me acordé de preguntarlo.
Alcachofas con trufa blanca. Son alcachofas cortadas la base, pero de un tamaño como una mandarina servidas con lámina de trufa más que suficiente.

De principales: dos para el Pargo (fuera de carta) plancha, que se quedó seco.
Los otros dos optamos por compartir chuleton de vaca de 6 años con maduración 20-30 días. Extraordinaria calidad de la carne, muy bien de punto en plato caliente se mantuvo a buena temperatura; de compañia las habituales patatas fritas y pimientos verdes.

Sobraba vino por lo que hubo que completar con un plato de queso manchego curado correcto con una agradable mermelada de rosas.

Para postre: un tiramisú con buen emplatado y sabor. Preciosa presentación en copa para un sorbete de limon exprimido de Gandía con mandarina de Soller y espuma de cava, el mejor. El tercero fue un canelon de naranja crujiente relleno de merengada, salsa de café y teja de chocolate blanco a la pimienta rosa, tambien con emplatado de lujo aunque en boca quedaba menor interesante. El cuarto ante las muchas y apetecibles oportunidades no se decidió y pidió una cucharita para probar los postres ya pedidos. Se acompañó por cortesia de la casa de una Marina espumante (hecho habitual).

Declinamos la opcion de cafés y repetimos una copa más de espumante para alargar la sobremesa. Fui invitado por lo que desconozco el precio esta vez.

Un local que destaca su arroz a medio dia pero en la cena, la opción de carne sorprende.

Local prácticamente lleno con comidas de navidad y de empresas. Menú pactado. Vinos pactados: Beronia 2010 y Pradorey blanco 2012.

Platos al centro: Ensalada de perdiz muy buena. Cecina correcta. Foie con pan de nuez y de ciruelas. Queso curado.

A elegir el principal: un entrecotte bien hecho sabroso, acompañado de patatas y pimiento verde y rojo.

Postre: chocolate con salsa de naranja confitada y teja de chocolate blanco, acompañado de marina espumante obsequio de la casa. Un café bien hecho como final.

Una comida de trabajo que cumple bien sin complicaciones. ¡Qué poco cuesta una copa de Marina espumante y que bien queda!.

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