Restaurante La Bona Cuina (CERRADO) en Bétera
Restaurante La Bona Cuina (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
33,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
48 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.4
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
4.2
Opiniones de La Bona Cuina (CERRADO)
OPINIONES
14

Este restaurante ha cambiado de nombre y de propiedad. Ahora se llama "El gordo y el flaco" y lo regentan los hijos del anterior propietario.
La última experiencia -y recalco que será la última- ha sido sencillamente un desastre. Pedimos un vino de la carta y el camarero nos indica que mejor otro. Hubiera sido preferible que admitiera que no lo tenían. Cuando llega el maitre, uno de los propietarios vestido de forma informal con la camisa por fuera del pantalón, nos informa de que además de lo que pone la carta tienen x cosas.
De la carta pedimos mollejas. No hay. Entraña de buey de Kobe. No hay, pero nos ofrecen en su lugar vacío. Aceptamos.
De las sugerencias pedimos croquetas de foie y alcachofas salteadas con huevo frito. Insistimos que un huevo por cada comensal (éramos 6). Al rato nos informan que de las alcachofas -sugeridas por el maitre- sólo quedan las pencas. Pues bueno, aceptamos las pencas.
El vacío de Kobe muy tierno, pero excesivamente salado, casi incomestible.
Llegan las dichosas alcachofas, las pencas. Con 4 huevos. Esperamos que lleguen los dos que faltan y entonces nos informan que ¡no quedan huevos! Así que nos repartimos lo que hay como buenamente podemos.
De segundos se pidieron dos merluzas a la espalda y dos entrecots, estos a compartir, uno de ternera gallega y otro irlandés. En su punto y tiernos, pero como la vez anterior pasadísimos de sal. No deberían poner sal y que cada cual se pusiera a su gusto.
El restaurante es más asequible que hace un par de años, pero el servicio realmente nefasto. Si no tienen los platos de la carta que informen de ello cuando la entregan, no en el momento de hacer la comanda.

La decoración del local es moderna y las mesas están a una distancia que permite la intimidad.
La carta de vinos, cuidada pero corta, con buena presencia de vinos valencianos. Más de 15 referencias de champagnes, pero solo 3 de cavas. Tienen blancos internacionales, pero en carta tintos solo del país.
Como entrantes tomamos "cecina" de Kobe, poco curada y de excelente textura y sabor. Calamar a la brasa, ligeramente pasado de cocción, unas estupendas vieiras también a la brasa. Seguimos con unas pequeñas hamburguesas jugosas e intensas y unos correctos caneloncillos de foie y así llegamos a la carne, la gra n protagonista. Excelentes los entrecot de buey Kobe, sabroso y tierno y de vaca "mayor" gallega, potente de sabor, ambas hecha en su punto. Todo esto lo acompañamos de Viñas de Gain 2006 y Badaceli 2003 (demasiado frío), servidos con corrección en copas Stölzle. Y para finalizar con los cafés tomamos Ron Zacapa Centenario XO que nos acompaño durante una agradable y reposada sobremesa. Un placer

Entré pidiendo un menú suave y apto para mi convaleciente estomago. Algo sencillo y poco.
Me sugirió el maitre unos fideos de caldo de marisco, bueno pero no necesario para mí, y de segundo pescado blanco, consistente en un trozo de corbina, no entera con unas patatas asadas. El pescado estaba rico. Aderezado con aceite de oliva de Montes de Toledo (extraordinario).
Pero sorprendente el precio, los fideos 14€, ni que fuesen de terciopelo. Y la corbina, VARIOS (solo la tomé yo, jejejej) ni más ni menos que 20€.
O sea que sepa yo los ingenieros no llegamos ni a esas tarifas y con lo que cuesta sacarse una carrera.
No recomendable para los bolsillos en ésta época de crisis. Mejor cocinas en casa y en tu sitio, íntimo.

Ciento treinta euros por UNA ensalada templada de espinacas (correcta), UN plato de dorada de playa (exquisita aunque escasa), UN plato de solomillo vacuno ( correcto), UNA botella de vino "El Sequé" (genial a 35 euros) y de postre UN bombón de chocolate. Se finaliza con DOS cafés. Se me olvidaba comentar que nos cobrarón siete euros por DOS servicios de pan precocinado (¿no saben los restaurantes que existen alternativas a estos panes? en cualquier caso no me parece correcto ese precio por un pan de gasolinera).
El local estaba sobreutilizado y era muy ruidoso. La velada no se pudo acompañar de una agradable conversación. Sin queja de la atención recibida (¿qué menos?), estuvimos hace aproximadamente dos años, en aquella ocasión eramos los únicos clientes y aunque la calidad se ha mantenido el precio ha crecido de manera desorbitada.
En la misma ciudad de Bétera existen alternativas que no desmerecen en cuanto a calidad y que le mejoran en precio. Desde luego llegarán al "no va más" de los restaurantes de Valencia por la via del precio.
No veo factible una próxima visita a este local.

El local bastante moderno y atractivo, aunque con grandes fallos, ya que el salón donde cenamos tenía una excesiva luz y eco, de manera que sólo éramos tres mesas y escuchabas todo lo que se decía y hacía (muy poca intimidad). Pocos detalles, hacía tiempo que en un restaurante así (y a estos precios) no me ponían unos cacaos y unas aceitunas con el martini. Buena carta de vinos, decidimos un Paisajes V, con un servicio de copas correcto, aunque mejorable, y el servicio del mismo también mejorable (con la segunda botella nos cambiaron la copa y, algo sorprendente, nos cambiaron también el modelo de copa cuando el vino era el mismo ¿?). Tomamos de entrantes un pulpo "a su manera", muy sabroso y bien preparado y presentado, unas mollejas crujientes, también muy sabrosas, entrañas de kobe y de principal kobe. Nos ofrecieron las entrañas de kobe por ser especial, pero teniendo en cuenta que el principal era el kobe, mejor hubiera ofrecido otra delicia de su carta. El kobe sabroso, pero mejorable la presentación, simplemente a la brasa con unas patatas asadas. Los postres muy buenos (yo pedí un coulant de chocolate), pero al principio debería haber avisado de que tardaban diez minutos, para tenerlos más preparados y no esperar ese tiempo entre la cena y los postres. Aunque me invitaron y no pagué, por lo que vi, RCP floja.

La verdad que sorprende en una pequeña ciudad como Betera tener un restaurante de este perfil. Me hace recordar a Yayo Daporta en Cambados. Gente joven con ganas de hacer cosas nuevas en pequeñas ciudades donde predomina lo clasico tanto en cocina como en bodega. Fuimos a cenar sin mucho apetito pero no queriamos dejar de pasar la oportunidad de conocer la cocina de Salva Martinez. Entrantes de ensalada templada de espinacas, ventresca con tomate, sepia de playa con una reduccion de frambuesa, Dorada y un postre a compartir, la tarta tatin. Todo abundante excepto quizas la dorada aunque lo equilibraba con la magnifica calidad del pescado. Para beber un Luis Cañas, que nunca falla.Trato muy atento como pequeña pega, el camarero se empeñó en ponernos hasta la ultima gota del vino, decoracion modernista quizas demasiado, copas de vino Rona, buena vajilla, cuidado atención al vino, carta curiosa en vinos extranjeros y sin grandes sorpresas en el apartado nacional. Buena carta de espirituosos. Y una correctisima RCP. Un restaurante para recomendar... y para volver

Una nueva propuesta en Bétera.
Restaurante de corte moderno en su concepción y decoración.
Cocina de mercado con omnipresencia de la Ternera de Kobe.
Sublimes las mencionadas carnes y alguna entrada interesante como el Dúo de Chistorras (Kobe y Nacional).
Correcta carta de vinos. Copas Rona.
Trato y servicio exquisito tanto por parte de Salvador como por parte del resto del equipo.
Mejorable la insonorización.
RCP adecuada.

Local con decoración moderna, mesas amplias con algún reservado.
Tomamos un menú degustación, que resultó convincente.
A destacar la sopa de melón de galia y la ventresca de atún.
Quizá decepcionó un poco la ternera kobe, seguramente por las altas expectativas generadas, y quizás también porque era un menú degustación.
El postre fue otro de los platos que no sorprendió.
Tomamos Enate Gewurztraminer, Cambra I y Montecastro. Bien servidos, con buenas copas.
El responsable en sala y sobre todo las chicas fueron muy correctos y amables.
bien de RCP

Un nuevo Restaurante en Betera.Es desde hace un par de meses posiblemente uno de los más destacados de Valencia. En su afán innovador constituyte con su Jefe de cocina a la cabeza, una bocanada de aire fresco. Selección y distribución de productos alimenticios de calidad, especialidad en carnes y mariscos. Buena slección de vinos y bodega. Precio - calidad bien .
El personal correcto y amable, especial mención para Jaime, ( joven profesional con personalidad y muchas ganas) está atento a todos. El local abierto , acogedor y minimalista. Ya he estado en dos ocasiones y seguiré fiel a ellos.Seguir en esta linea. Enhorabuena ¡¡ Balaguer.

Excelente cocina de producto con la creatividad justa. Servcio muy bueno tanto en vino (nos recomendarón algo mejor y más barato que lo pedido) como en la sala ya que con cada entrada cambiarón cubiertos y aguantarón sin una mala cara hasta que nos levantamos de la mesa a las 2 de la mañana. Merece la pena ir.

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