No puedo recomendarlo en absoluto

Mi modesta opinión, que vale como cualquier otra es que el éxito provisional que le vaticino a este restaurante va a ser más bien corto, quizás sea la falta de costumbre de mucha gente de mallorca en la cultura de las tapas (yo soy mallorquín). Si la mitad de sus clientes fuesen españoles peninsulares, la mayoría como va a ser mi caso, no repetirán.

DEL SERVICIO:
Desde que entras por la puerta empieza mi incredulidad y la de mis acompañantes por la falta de atención en el servicio. Nadie te atiende después de estar más de 5 minutos en la barra y cuando al fin consigues que te hagan caso y pides mesa, te dicen que está muy lleno, uf, pués eso ya lo habíamos visto, pero increiblemente es el cliente el que tiene que insistir y pedir que tiempo de espera puede haber, a lo cual nos dicen, después de un rato más de espera que 30', bueno tampoco es tanto si la orientación del sitio es tomar unos vinos ¿no?, pue eso hicimos, tomarnos un vino en la barra y pedir unas tapas que nunca llegaron.
Del servicio de mesa, ni te miran los camareros cuando pasan por tu lado, ya puedes levantar el brazo, que van de un lado a otro sin prestar atención en lo que pasa en la sala, solo atienden una orden por viaje, que desastre de equipo, estos no han pasado por la escola de hotelería. Esta gente no están organizados dado que el local se puede decir que tiene tres zonas, terraza, sala no fumadores y sala fumadores y todos los camaremos atendián todas las salas indistíntamente, así no hay manera.

DE LA COMIDA:
El caso es que al margen de la carta de vinos que es muy correcta, nos pedimos unas patatas bravas y una cazuela de huevos rotos del señorito con jamon y queso curado. Que desastre de patata bravas, las peores que he comido en mi vida, se veía claramente que estaban refritas en un aceite quemado, negruzcas por fuera, la salsa, en parte, consistía en una especie de picadillo de guindíllas con tabasco, poco delicado el invento. Los huevos refritos, es decir, la yema ni la vimos, como si fuera la yema de un huevo duro y lo peor las patatas, acababan de salir de la misma fritura de las bravas y con todas las puntas (eran tipo paja) marrones de haberse pasado con la fritura, restos de patata pequeñita quemada, ahhhhh, un horror, el jamón, las típicas lonchas plastificadas troceadas a tijeretazo límpio sin sabor alguno, venga por favor, que esta gente se pasen por el barrio de la Latina y vayan al Almendro 13 a enterarse de lo que son unos huevos rotos.
De segundo Solomillo "diecisiete grados" ( queso, jamón Ibérico y reducción de Jerez ). La carte muy correcta, en el punto de coción tal y como pedimos (menos mal), ahora bién, la reducción deberían practicar muchísimo más o ir a algún cursillo y poner menos cantidad, parecia una solomillo en una sopa de jeréz, vamos que anulaba cualquier otro sabor del plato pareciendo que estabamos en los postres de lo dulce que estaba todo.

Después de todo, un café del montón y ya no pedimos ni postre. Total 3 comensales 97,69€. No volveremos.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Pelos

    No puedo estar más de acuerdo en tu descripción de los huevos rotos que ponen (más que sirven) en este sitio

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