Era una jornada de viaje. Veníamos de la vecindad, de la montaña palentina y nos dirigíamos a Llanes. Consideramos que era un buen día para visitar las afamadas piscinas y al no menos protagonista Fonso.
Eran muchas y buenas las referencias que teníamos de este lugar y podemos confirmarlo de primera mano que todas estaban fundamentadas.
Reservamos el día anterior y a pesar de llegar tarde, en todo momento nos hicieron sentir cómodos. Hasta el mismo moento en el que nos marchamos.
Día de mucho bochorno, nos acomodamos fuera y para abrir fuego pedimos un par de vinos blancos Yendra muy bien servidos,aunque el vino fuera muy normalito.
Para acompañar nos sacaron de tostas de pan con foie, aceite y sal en escamas que ayudaron a recomponernos del viaje y nos predispusieron para lo que vendría después.
Mientras echábamos un ojo a las cartas, Fonso no iba haciendo recomendaciones par configurar la comida y bebida que compondría el menú.
Éste consistió en lo siguiente:
Lomos de bonito escabechado
-Sesos de cordero rebozado
-Albóndigas de buey
Los lomos de bonito,sencillamente espectaculares. Escabechado fino, equilibrado, en su punto de todo. Perfecto. Abundante ración.
Los sesos, al parecer (cualquier lector que me haya sufrido en este tiempo, sabrá de mi rechazo por un lado del cordero, y por otro de la casquería.. así es que ustedes pueden acabar el silogismo) de una factura impecable. Para finalizar con este primer pase pedimos (al menos para probar sus afamadas albóndigas de buey) una unidad para cada uno y así poder compararlas con otras muy afamadas y la verdad que cada una en su estilo son obras de arte.
Para continuar, ya que estábamos apostando fuerte, seguimos con todo un chuletón de vaca vieja para los dos acompañadas de patatas fritas y pimientos de tipo piquillo templados que estaban a la altura de la carne. Carne por otra parte en su perfecto estado de maduración. Sabor pleno.
Cocina coherente,generosa en la cantidad y en los productos con los que se elabora. Donde se transmite la pasión de su alma mater
Para acompañar todo esta francachela, pedimos un tinto algo especial,pero no muy potente. Sugerencia que Fonso captó proponiéndonos un vino canario: Suerte del Marués La Solana un vino de marcado carácter atlántico, peculiar, elaborado con la variedad Listán Negro, diferente. Servido en unas buenas copas.
Cerramos con dos cafés y dos Gin Tonic (A los que fuimos invitados).
Ya podemos decir que hemos estado en Las Piscinas. Tanto como también señalar, que nos han ganado para la causa. Yo también soy Piscinero.
Hombre, es una forma de hablar je je
No! Gabriel y Javier no me quieren llevar!
:-(
Pos si , cuando tenes razon ,tenes razon.
Hombre, otro que pasa por mi pueblo y por casa de Fonso, jeje. Veo que todo como la seda, lo cual no es de extrañar, últimamente le está dando a La Solana, vinos que le recomendé este verano. ¿Te pasaste a ver el Palacio y la parte alta del pueblo u otro que va directo al pesebre? ;-D
Saludos,
Eugenio.
Por motivos de viaje, no pude dedicarle al pueblo, el tiempo que se merecía. Aunque estoy dispuestísimo a darle una oportunidad con alguien que lo conozca bien y que no tenga prisas, para volver a Las Piscinas a reponer fuerzas;-)
Saludos
Gracias, amigo!!
Otro para ti!!
Muchas gracias. No creo que deje pasar mucho tiempo sin volver.
Saludos
Bueno bueno, veo aquí mucho piscinero!!! Jejeje!!
Yo también soy Piscinera, oleee! Pero oye, viste la Piscina?? Porque yo sé de uno que ha ido varias veces y no la ha visto ;-P
Leerte a estas horas es ideal para caer en la tentación de preparar un buen cenorrio...
Me alegro del disfrute. Saludos!
Hola!!! No ví la piscina por dentro, aunque hacía día de ello...
Saludotes
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