También en esta ocasión compartí mesa con JoseRuiz, por lo que sólo aportaré algunos comentarios.
Puntualizar que es un local sencillo, de ambiente familiar, sin lujos.
De la carta de vinos, me dio la impresión de "quiero y no puedo", de corresponder a épocas mejores. Muchas referencias, algunas con precios de tres dígitos, pero el dueño no paraba de insistir para que eligiéramos unas en concreto. Después nos contó algo relativo a empezar con vinos internacionales y la crisis. Me pilló comiendo y no me enteré apenas de lo que contó. También nos explicó algo de unos clientes ucranianos que estaban comiendo con su guía y su guardaespaldas... Tampoco pillé gran cosa... O como, o escucho :-D
De los aperitivos, buñuelos de bacalao insípidos, excelente la tripa de bacalao con garbanzos y muy bien el "cap i pota" (también llevaba callos) acompañado con los mismos garbanzos de Can Credo.
También coincidimos en el segundo plato. Mejor la papada que los pies de cerdo, que me parecieron bastante insípidos. El puré de patatas, algo insípido y tenía bastantes "tropezones". Una cosa es que sea casero, y otra que esté a medio hacer...
El triunfador fue, sin duda, el pan con tomate. Como tardaron tantísimo en servirnos y el ritmo de los platos dejó bastante que desear, nos hartamos a pan con tomate. Pedimos varias bandejas. Bastante bueno, por cierto.
Muy rica la crema catalana con carquinyolis.
Raciones generosas, pero sin pasarse. Presentaciones sencillas, de estar por casa.
Recomendable si te apetece comer cocina tradicional catalana y no eres catalán y/o no tienes posibilidad de prepararte tú mismo la carne a la brasa. Como éste, conozco centenares repartidos por toda la geografía catalana, bastantes de ellos con mejor RCP.
Eso sí, como ya nos conocíamos de la cena de la noche anterior, el ambiente fue, si cabe, todavía más distendido y alegre. Un auténtico lujo de compañía @->-
P.D. Y pude resarcirme de la decepción de la botella de vino con TCA ;-P